El amago de negativa de Madrid a cumplir con el acuerdo adoptado ayer en el Consejo Interterritorial de Salud ha abierto una grave crisis institucional. El órgano que reúne a los responsables de Sanidad de los gobiernos central y autonómicos aprobaba ayer por mayoría la propuesta del Ministerio de confinar las ciudades de más de 100.000 habitantes en las que, además de otros parámetros, se registre un índice de incidencia de la enfermedad de 500 casos por cada 100.000 habitantes en los catorce días precedentes.
Ceuta fue uno de los territorios bajo gobierno del PP que votó contra la medida. La Comunidad de Madrid llegó a asegurar que no aplicaría estas directrices pese a que los acuerdos aprobados en el Consejo por la mayoría de las comunidades han sido publicados hoy por el Boletín Oficial del Estado y resultan de obligado cumplimiento. Finalmente, un día después, su presidenta, Isabel Díaz Ayuso, confirmaba que sí ejecutaría la norma, aunque anunció que la impugnaría ante los tribunales.
La resolución de la Secretaría de Estado publicada hoy en el BOE precisa que todas las comunidades y ciudades autónomas habrán de cumplir lo acordado. Pero, ¿de qué modo obliga a Ceuta?
El acuerdo del Consejo se centra en la estrategia que se estima necesario seguir para atajar el avance de la pandemia en las grandes ciudades. De hecho, la resolución de la Secretaría de Estado ciñe la obligación de cumplir las medidas establecidas en “al menos” los municipios de más de 100.000 habitantes. Según esto, en la práctica, estas medidas no serían de aplicación forzosa en la ciudad, cuya población se cifra en poco más de 80.000 habitantes. Así, el Gobierno de Ceuta, aunque estuviera decidido a rebelarse como en principio planteó Madrid, no podría.
La resolución sí plantea, pero en este caso a título de recomendación, que las comunidades y ciudades autónomas aprueben planes especiales para controlar la expansión de los contagios en municipios de población inferior a los 100.000 habitantes donde concurran las circunstancias que obligarían al confinamiento en una gran ciudad: 500 casos o más por cada 100.000 habitantes en los catorce días precedentes, un índice de positividad de las pruebas diagnósticas superior al 10% y una ocupación de camas UCI por pacientes de coronavirus por encima del 35%. A día de hoy, la incidencia acumulada de contagios en Ceuta durante las últimas dos semanas se cifra en 204,06. En Madrid, la incidencia acumulada llega a superar el índice de los 700 casos.
Según explican fuentes del Gobierno local, en todo caso, si Ceuta llegara a alcanzar los parámetros establecidos por el Ministerio con el acuerdo de la mayoría de las comunidades, la Ciudad aplicaría un plan extraordinario que podría ser, incluso, más riguroso que el contenido en la resolución publicada en el BOE.
El frente del PP
El PP conseguía, aunque no completamente, que todos los gobiernos autonómicos gestionados por el partido hicieran frente común contra el ministro Salvador Illa en el Consejo Interterritorial de Salud. Así, los votos contrarios a la propuesta del Ministerio vinieron de Ceuta, Madrid, Andalucía y Galicia. El Gobierno de los independentistas catalanes también rechazó la medida. Murcia, que se abstuvo, ha matizado más tarde que, en realidad, votó en contra.
La única comunidad bajo gobierno del PP que mostró su apoyo a la medida fue Castilla-León, cuya consejera de Sanidad, Verónica Casado, es militante de Ciudadanos.
