Doce meses después

Hoy hace un año desde que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunciara a los españoles la declaración del primer estado de alarma. Doce meses después, España y Ceuta se encuentran todavía inmersos en la lucha contra el virus.

Vista de la Gran Vía durante la fase 0 del estado de alarma (C.A./ARCHIVO)
photo_camera Vista de la Gran Vía durante la fase 0 del estado de alarma (C.A./ARCHIVO)

Ha pasado un año. Tal día como hoy de 2020, el presidente del Gobierno anunciaba a los españoles su decisión de decretar el estado de alarma como medida fundamental para frenar el avance de la pandemia de coronavirus. Hacía tres meses que el virus SARS-CoV-2 había sido identificado en la localidad china de Wuhan. El primer caso de coronavirus en España se registraba el 31 de enero en Canarias.

Sánchez

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante una comparecencia ante los periodistas (MONCLOA)

En febrero, la idea de que el virus pudiera propagarse por España como lo haría apenas unas semanas más tarde resultaba para muchos improbable. Cuando un comerciante chino afincado en Ceuta decidió voluntariamente ponerse en cuarentena, comenzó a cundir la alarma. Sin embargo, las autoridades confirmaron que el hombre, que había viajado a su país natal como motivo del Año Nuevo chino, no estaba contagiado. La llegada del virus a la ciudad, sin embargo, no se demoraría.

Poco después de que Italia cerrase el país, el 10 de marzo España comienza a adoptar algunas medidas: se prohíben los vuelos con el país transalpino, se suspenden los eventos que concentren a más de 1.000 personas, se cancelan los viajes del Imserso y se establece que las citas deportivas se celebren a puerta cerrada. Un día después, la Organización Mundial de la Salud (OMS) da a la propagación del coronavirus la condición de pandemia.

En Ceuta, el día 12 se registra la primera evidencia de que la crisis es inminente: la Semana Santa queda suspendida. Era la primera vez que la mayor fiesta religiosa católica se suspendía en la ciudad desde la Guerra Civil.

El Gobierno municipal ofrece el día 13 una serie de recomendaciones a los ciudadanos, entre las que incluye la conveniencia de no salir de sus domicilios o evitar viajes. También se acuerda el cierre de algunos establecimientos de ocio, la imposición de limitaciones de aforo en bares cafeterías y restaurantes, la suspensión de clases en colegios, institutos y centros universitarios…

Locales de ocio en la Plaza Ricardo Muñoz (C.A.)Locales de ocio de la plaza Ricardo Muñoz, cerrados durante el confinamiento (C.A./ARCHIVO)

Con el decreto del estado de alarma vigente y la ciudadanía confinada en sus viviendas, Ceuta confirma su primer caso de coronavirus el 15 de marzo. El infectado es un joven estudiante ceutí que viajó desde Madrid y tomó el helicóptero en Algeciras.

Un día más tarde, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana prohíbe el desembarco de pasajeros en la ciudad en el puerto y el helipuerto. Para entonces, Marruecos ya había ordenado el cierre de su frontera con Ceuta.

Avanzaba el mes de marzo y la dimensión de la tragedia comenzaba a hacerse presente. Militares encontraban cadáveres de ancianos víctimas de la enfermedad en distintas residencias del país. Los centros de mayores en Ceuta constituirían una excepción en España: desde el inicio de la pandemia no se ha registrado ninguna víctima mortal en ellos.

El 27 de marzo se produjo lo que todos temían. Ceuta registra su primer fallecido por covid-19. La víctima es Juan García, un policía nacional jubilado de 72 años vecino de Juan Carlos I.

 

La crisis sanitaria

La pandemia ha golpeado con dureza a la ciudad. 89 personas han fallecido desde marzo de 2020 por covid-19 (uno de estos decesos, acaecido en un domicilio, todavía no ha sido oficialmente confirmado por las autoridades sanitarias). Miles de ceutíes han resultado contagiados y decenas han pasado por el sufrimiento aparejado a la estancia en la unidad de críticos del Hospital Universitario.

El número de contagios por coronavirus registrado desde el inicio de la crisis asciende en Ceuta a 4.821, lo que quiere decir que en torno al 6% de la población ha sido ya infectada por el virus.

Según datos facilitados por Ciudad, en términos de contagios por cada 100.000 habitantes, Ceuta se mantiene en un valor que se sitúa un 16% por debajo de la media nacional.

La lucha contra la pandemia vivió un punto de inflexión con el comienzo de las campañas de vacunación contra el covid. El 27 de diciembre la Ciudad administraba las primeras dosis a los residentes del centro de mayores Nuestra Señora de África. Francisco Fernández Isado, de 81 años, se convertía en el primer ceutí en recibir una dosis de la vacuna contra el covid.

 

Francisco Fernández, de 81 años, fue la primera persona vacunada en Ceuta con el covid-19 (CEDIDA)

La vacuna ha sido fundamental para comenzar a doblegar la curva de la tercera ola de la pandemia, de la que todavía España trata de salir. Las dudas generadas por la influencia que la aparición de distintas nuevas cepas del virus pudiera tener sobre la propagación de la enfermedad no se han traducido, todavía, en certezas.

Mientras, Ceuta continúa en el empeño de reducir su número de contagios por debajo de los valores máximos en los que se ha movido durante las últimas semanas. Según los últimos datos proporcionados por el Ministerio de Sanidad, el número de casos diagnosticados en la ciudad por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días se sitúa en los 283,10, el segundo valor más alto de todo el país. La incidencia acumulada a 7 días bajaba este viernes de los 100 casos por primera vez desde el 25 de febrero para situarse en los 93,19.

La presión sobre los recursos asistenciales se mantiene. El Hospital Universitario atiende a 21 pacientes covid. Por sexto día consecutivo, el número de enfermos ingresados en la Unidad de Cuidados Intensivos se eleva a 9, el mayor registrado en toda la pandemia.

 

La crisis económica y fronteriza

La crisis sanitaria se ha traducido necesariamente en crisis económica. El “Plan Ceuta Resiste”, acordado por las autoridades municipales, los grupos políticos y los agentes sociales, ha tratado de paliar de algún modo el golpe que para muchas empresas ha supuesto la drástica reducción de su actividad.

Solo el comercio local, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) ha perdido en enero el 18,7% de su volumen de negocio con respecto al mismo mes del año anterior.

Los hosteleros, concentrados ante las puertas del Ayuntamiento (C.A./ARCHIVO)Concentración de hosteleros ante el Palacio de la Asamblea el pasado noviembre (C.A./ARCHIVO)

El cierre de la frontera con Marruecos, que se prolonga más de un año, es otro de los factores que han azuzado la crisis. La suspensión de los tráficos a través del paso fronterizo ha tenido un efecto colateral que ha encontrado en los marroquíes que se encontraban empleados en la ciudad a sus principales víctimas. Unos 1.400 trabajadores extranjeros han sido dados de baja en la Seguridad Social desde marzo del año pasado.

Los empresarios han encontrado en los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) un bálsamo para sus heridas. Hace un año, el Gobierno central recurría a esta figura, que no es otra cosa que una autorización para suspender temporalmente un contrato de trabajo, con la intención de mantener a flote la economía de miles de empresas en el país.

Según datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), el último día de febrero se contabilizaban en Ceuta 275 expedientes de regulación temporal de empleo que afectaban a 612 trabajadores.

El mes pasado, la  Delegación del Gobierno autorizaba la aplicación de ERTE por fuerza mayor limitativos a todas las empresas que tuvieran trabajadores transfronterizos en su plantillas. El Gobierno considera que el cierre de la frontera decretado por una orden ministerial constituye una decisión de una autoridad española que, en este caso, impide a los trabajadores transfronterizos acudir a sus puestos de trabajo.

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