Más casos, mayor porcentaje de pruebas diagnósticas con resultado positivo, mayor ocupación hospitalaria y nuevos fallecimientos. La descripción de la que se prevé será la evolución inmediata de la pandemia en Ceuta no resulta halagüeña, a juzgar por las conclusiones contenidas en el informe que las autoridades sanitarias han elaborado de la situación a fecha de 25 de enero. “El escenario epidemiológico es catastrófico, y lo previsible es un aumento de ingresos hospitalarios y fallecimientos en relación con el aumento de casos tan elevado y en tan corto espacio de tiempo incrementándose de forma evidente”, concluyen los expertos. Los brotes familiares con contagio habitual de convivientes son mayoría y siguen aumentando.
El gráfico que acompaña el informe muestra un crecimiento cada vez más vertical del número de contagios. A día de hoy, los brotes de infección activos suman 86, la mayoría de ellos de origen familiar.
El domingo 24, el Hospital Universitario consumió casi 1.400 litros de oxígeno. El último día de 2020, el consumo se situó en 300. El pico se registró el pasado 16 de noviembre, en plena segunda ola de la pandemia, jornada en la que el gasto de oxígeno se elevó a los 1.800 litros.
Reproducción y letalidad
Los expertos cuantifican el número básico de reproducción (número promedio de casos nuevos que genera un caso dado a lo largo de un período infeccioso) en 1,1. El índice deseable es todo aquel que se sitúe por debajo de 1. El 31 de diciembre, el número reproductivo básico en Ceuta se estimó en 0,8.
En las tres semanas anteriores, los casos con trazabilidad alcanzaron el 65,3%, todavía lejos del objetivo del 80%.
Según consta en el informe, la letalidad en Ceuta es la cuarta más elevada del país (1,8%), por detrás de Aragón, Asturias y Castilla-León.
Desde el inicio de la pandemia, el número de casos confirmados entre el personal sanitario asciende a 92, dos de ellos registrados en los últimos siete días.
