Mientras surgen voces que anuncian la llegada de una séptima ola, el Gobierno engrasa maquinaria para, al fin, convertir el virus que ha determinado estos últimos dos años en una enfermedad común. Con ello, salvo en un cambio en las próximas semanas, un factor determinante será la presión hospitalaria que, según reporta Medicina Preventiva, ya se encuentra en niveles de normalidad.
Con un descenso lento, pero sostenido, el centro de Loma Colmenar se congratula este sábado registrar una nueva alta a otro paciente que deja el total de ingresos en cuatro, todos ellos en planta, y con la UCI vacía desde hace casi dos semanas.
Por su parte, los contagios que habían experimentado un repunte desde el pasado 9 de marzo, llegando a doblar las cifras, se han estancado durante los últimos días. Pasando de la cuarentena a no llegar a los 30. Con ello, este domingo se repite la misma cifra que la jornada de ayer en cuanto a casos diagnosticados, que se sitúa en 26.
Pese a que desde el miércoles ha comenzado el descenso del número reproductivo, la incidencia todavía sigue al alza, producto de los días anteriores.
