A punto de dejar atrás la Semana Santa, la evolución de la pandemia en Ceuta y el resto de España invita a la inquietud. La ciudad registra, según los datos ofrecidos ayer por el Ministerio de Sanidad, una incidencia acumulada de coronavirus de 315 casos por cada 100.000 habitantes a 14 días. Ceuta es el tercer territorio español más castigado por la enfermedad a día de hoy. La barrera de los 300 casos no se superaba desde el pasado 2 de marzo.
La evidencia de que la tendencia alcista de la curva epidémica se mantendrá y la posibilidad de que este crecimiento en el número de casos acabe encarnándose en una cuarta ola han dejado sobre la mesa el debate acerca de la necesidad de aplicar medidas preventivas más estrictas.
Propuestas de la Comisión de Salud Pública
La Comisión de Salud Pública, órgano donde están representados el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas, acordó el 26 de marzo el endurecimiento de las medidas del Plan de Actuaciones de Respuesta Coordinada para el Control de la Transmisión del Covid-19. Las propuestas aprobadas tienen, sin embargo, un mero carácter de recomendación y no son de obligado cumplimiento. De hecho, la mayoría de las autonomías están aplicando sus propios criterios aun en el marco de lo acordado en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud Pública por el que se establecían una serie de medidas comunes para contener la propagación del virus durante el puente de San José y la Semana Santa.
La discusión sobre si resulta necesario endurecer las restricciones frente al virus ha llegado a Ceuta. El propósito de la propuesta de la Comisión de Salud Pública es que las autonomías apliquen restricciones del nivel superior de alerta antes de llegar a él. El problema es que la ciudad se encuentra ya en el escenario que los indicadores del Ministerio de Sanidad identifican como de “riesgo extremo”. Pero todo puede empeorar.
Cierre del interior de los establecimientos
Una de las propuestas más controvertidas es la que establece el cierre del interior de los locales de restauración si la incidencia acumulada supera los 150 casos por cada 100.000 habitantes a 14 días. Ceuta duplica este indicador. Actualmente, el Gobierno de la Ciudad, que desde el comienzo de la crisis se ha mostrado renuente a aplicar medidas duras sobre la hostelería y la restauración, permite la ocupación del 30% del aforo en los interiores de los establecimientos.
De hecho, hace apenas cinco días, cuando la incidencia acumulada rondaba los 260 casos por 100.000 habitantes, el Gobierno de la Ciudad anunciaba que, de momento, no tenía intención de acometer un endurecimiento de las medidas. Según su portavoz, Alberto Gaitán, las ya adoptadas son similares a las que se tomaron en el pasado y que permitieron reducir la incidencia del virus desde los más de 600 casos registrados a los 260. “Lo que hacemos es un seguimiento continuo de los casos –aseguró entonces el portavoz- Si advertimos que se produce un aumento, tomaremos las medidas que consideremos necesarias, con el apoyo de los técnicos”.
Fallecimientos
El incremento sostenido del número de contagios corre paralelo a una mortalidad que comienza a resultar preocupante. El covid-19 ha costado la vida en lo que va de año a 39 de las 99 personas fallecidas a causa de la enfermedad desde el inicio de la pandemia. Desde marzo, se han contabilizado 19 muertes, el 14% del total de las registradas hasta la fecha.
