Ceuta afronta la recta final de 2020 dejando atrás un mes trágico que solo en sus últimos días ha ofrecido algunos atisbos de esperanza. Noviembre ha acumulado 32 de las 56 muertes por coronavirus registradas en la ciudad desde el comienzo de la pandemia, aunque, en coherencia con la bajada del resto de indicadores, durante la última semana no se ha vuelto a registrar ningún deceso.
Según los datos facilitados por el Ministerio de Sanidad, el número de contagios registrados durante el pasado mes ascendió a 1.074, esto es, el 38,1% de todos los contabilizados desde marzo.
Sanidad ofrece para Ceuta un cuadro de incidencia de la enfermedad que constata una mejora evidente con respecto a los tiempos más oscuros de la pandemia, que coincidieron con la segunda semana de noviembre. Los indicadores utilizados por las autoridades sanitarias para caracterizar la situación epidemiológica han ido cayendo progresivamente. La meta ahora es la de reducir al menos por debajo de los 250 el número de casos diagnosticados por cada 100.000 habitantes en los catorce días previos. Según los datos ofrecidos ayer por Sanidad, Ceuta se sitúa en los 363,31. De lograr esta reducción de casos, la ciudad habría conseguido propiciar la transición de este indicador de la consideración de “riesgo extremo” a “riesgo alto”.
La atenuación del impacto de otros indicadores que considera el Ministerio para evaluar el alcance de la enfermedad en un territorio ya es una realidad. Así, el número de casos por 100.000 habitantes en los últimos siete días ya se encuentra por debajo de los 125, barrera por encima de la cual se estima “riesgo extremo”. También han abandonado esta consideración los indicadores de positividad (que con un 7,7% se sitúa incluso por debajo de la media nacional), ocupación de camas hospitalarias (un 9,9% frente al 24,1% que se estimó a comienzos del mes pasado) y ocupación de camas UCI (un 17,65%, un dato que solo mejoran las comunidades autónomas de Canarias y Galicia).
