Los movimientos de personas entre Ceuta y la Península y el temor a que el tiempo dedicado al rastreo de casos resulte insuficiente para ser efectivo preocupan a los expertos involucrados en la lucha contra la propagación de la pandemia.
La última nota epidemiológica elaborada con datos referidos al pasado domingo constata la necesidad de ejercer mayores controles sobre las salidas de la ciudad, cuyo número crece los viernes hasta el punto de que, a juicio de los expertos, “no son concordantes con las restricciones legalmente establecidas”. Junto a ello, se plantea la necesidad de reconsiderar la conveniencia de establecer controles de pruebas diagnósticas a la entrada de la ciudad.
El informe diario mantiene que debería someterse a estudio la ampliación del rastreo a un tiempo superior a las 48 horas fijadas en la estrategia nacional a fin de controlar los brotes entretanto no haya un porcentaje suficiente de población inmunizada.
Con datos del pasado lunes, el número de brotes verificados en la ciudad asciende a 105, 99 de los cuales se han registrado en el ámbito familiar.
Actualmente, la letalidad de la enfermedad en Ceuta es la cuarta más alta del país (1,7%). Solo Aragón, Asturias y Castilla-León registran tasas más elevadas.
La tercera ola de la pandemia alcanza los 1.400 casos, aproximadamente la mitad de los casos registrados en la segunda ola.
