La propietaria de Trasmediterránea y el mayor grupo marítimo de España, Naviera Armas, se ha declarado en quiebra y ha llamado a sus acreedores para negociar una quita del pasivo que acumula y que está cifrado en 800 millones de euros. La empresa canaria ha sufrido el impacto de la crisis del coronavirus y la caída de viajeros en sus líneas.
Trasmediterránea une Canarias y Baleares con la Península y esta con las Ciudades Autónomas y el norte de Marruecos. Sin embargo, los problemas económicos de la empresa son graves derivados de las limitaciones de movilidad que se han decretado desde marzo a causa del coronavirus.
Armas no cuenta con liquidez para abonar los bonos de 282 millones de euros que vencen en 2023 y que se tendrán que devengar en apenas tres meses, según el Confidencial. La empresa tiene pendiente otra emisión de 300 millones con plazo hasta 2024 y con un pago de intereses fijado para el próximo 16 de noviembre. Entre los titulares de los bonos se encuentran Axa, Deutsche Bank y BlackRock.
Los bonos se pagan por debajo del 50% de su valor en estos momentos, tras anunciar la naviera sus problemas financieros y que no podrá afrontar los pagos a las entidades financieras Santander, Caixabank, Bankia y Sabadell.