Enero arrancó dando la bienvenida al nuevo año e inmerso en un infierno de casos. A final de mes llegaban los primeros halos de esperanza. Al fin se tocó techó, y con ello vino un descenso descomunal de contagios, de incidencia, de presión… Se atisbaban las primeras predicciones que daban fecha a la estabilidad. Los últimos pronósticos lo sitúan para dentro de unas semanas si fecha determinada porque, de momento, la tan deseada normalidad se hace esperar.
Desde Medicina Preventiva deslizan que la “relación de casos de la última semana respecto a la bisemanal es aún elevada. De un 38%. En este sentido, el número medio de casos diarios de los últimos siete días se sitúa en 40 contagios. Cifra que se sitúa muy por encima a los valores registrados antes del desembarco de la sexta ola, cuando se contabilizaban escasos casos diarios. Este miércoles los contagios notificados se elevan a 36, experimentado una leve subida respecto a las jornadas previas, aunque en la línea adoptada en la última semana.
No obstante, la senda del descenso es generalizada, y la incidencia consigue bajar la línea del millar, con pronósticos que la sitúan en los próximos días alrededor de los 800 casos por cien mil habitantes. Mismo perfil a la baja para la ocupación hospitalaria que ya es de un 5,6%. Cifra que en términos absolutos se traduce en once pacientes ingresados, uno menos que en la jornada de ayer. De los cuáles dos se encuentran en observación de urgencias, seis en planta y tres que continúan en la UCI.
