La sexta ola sigue avanzando a un ritmo voraz, como nunca antes lo había hecho, afirman desde el Servicio de Medicina Preventiva, donde ni se atreven a pronosticar cuando se alcanzará ese deseada estabilización. El escenario que se presenta en los próximo días se cierne bastante negro para el servicio que dirige Julián Domínguez que, basándose en las previsiones de la SERLAB, sitúa a Ceuta en un horizonte temporal de entre cinco a quince días con una elevación de la incidencia de alrededor de 2.700 por cien mil y una ocupación hospitalaria de hasta 19 camas.
“En UCI de hasta 8-9 camas ocupadas por COVID, y uno de los modelos arroja la cifra de ocupación de 15 camas de UCI”, remite en su informe. Asimismo, destaca que la letalidad predicha por el modelo será diaria entre los días 10 y 15 de enero, es decir, entre el lunes y el viernes de la próxima semana.
En este mismo sentido, destaca que de no remitir el crecimiento exponencial de contagios diarios, “la letalidad en cifras absolutas (no en porcentaje respecto al número de casos totales) puede ser más elevada que en otras ondas sin el porcentaje de vacunación actual”.
Una situación extrema que derivaría en la sobrecarga de los servicios públicos, tan afectados por estos casi dos años de pandemia. Y es que, la carga hospitalaria, que tan baja había sido en los inicio de esta nueva onda, comienza a resentirse. El total de hospitalizados desde el pasado 10 de noviembre – fecha en la que se declaró oficialmente la sexta ola en Ceuta- ya se cifra en 41, y está a pocos números de alcanzar el grueso total de la anterior ola, que fue de 49.
