Estabilidad y seguridad para el futuro: ¿el plan estratégico definitivo para Ceuta?

"Por un futuro más estable y seguro para Ceuta" nace como herramienta para superar la crisis. Los intentos anteriores de elaborar un plan estratégico para orientar el desarrollo de la economía local han resultado siempre fallidos.

Vista aérea de Ceuta (C.A.)
photo_camera Vista aérea de Ceuta (C.A.)

A la fuerza ahorcan. Tras años de infructuosos intentos por establecer un plan estratégico que sirviera de guía al desarrollo económico de la ciudad, una decisión del país vecino y un fenómeno natural inesperado han puesto a las autoridades locales frente al espejo. Y la imagen que se refleja no resulta precisamente favorecedora.

El Gobierno municipal presentaba esta semana a los grupos de la oposición la última versión del documento “Por un futuro más estable y seguro para Ceuta”, la herramienta con la que pretende impulsar el desarrollo económico local frente a la que sin duda parece la más grave crisis en la que se ha visto sumida la ciudad en su historia reciente.

La Mesa por la Economía alumbró en 2012 una propuesta de plan estratégico, que recogía numerosísimas iniciativas, que al poco de ser aprobado fue olvidado en el cajón de los empeños jamás abordados.

En 2012, la llamada Mesa por la Economía, que integraba a representantes de la Ciudad, grupos de la oposición municipal, empresarios y sindicatos, comenzó a trabajar para el diseño del bautizado como “Plan estratégico para el desarrollo económico de Ceuta”. El documento, que recogía numerosísimas propuestas de actuación, fue finalmente aprobado y, al poco, olvidado en el cajón de los empeños jamás abordados.

Más recientemente, el Gobierno amparó la creación de la denominada en un principio Mesa por el Empleo, un foro constituido a iniciativa del sindicato UGT y con propósitos idénticos a los que albergaba la anterior tentativa. El resultado acabó siendo exactamente el mismo: ninguno.

Ahora resultaría más difícil que los trabajos empeñados por el Gobierno, los grupos políticos, los empresarios y los sindicatos no se tradujeran en hechos. Los focos de la ciudadanía están puestos en los responsables públicos, a quienes reclama iniciativa para auspiciar medidas que permitan salir de esta crisis.

“Por un futuro más estable y seguro para Ceuta” es en buena parte deudor de los planes fallidos del pasado. Sus propuestas recogen aspiraciones que los agentes económicos y sociales han planteado sin éxito durante años y explora nuevos caminos orientados a hallar una alternativa al modelo económico de Ceuta.

Aparecen así en el documentos viejos planteamientos como el uso del Impuesto a la Producción, los Servicios y la Importación (IPSI) para la mejora de la competitividad comercial, actuaciones para el abaratamiento del enlace marítimo (en esta ocasión, a través de la compra de billetes de barco por la Ciudad) y del transporte de mercancías y la renovación de un nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), un proyecto al que se han dedicado esfuerzos durante lustros y que todavía no ha acabado de ser aprobado por la Asamblea.

El texto recupera la idea de la reformulación de la frontera, forzada ahora por el veto ya definitivo de las autoridades marroquíes a los tráficos comerciales entre los dos países. Y, por supuesto, incluye la ya conocida propuesta de someter a estudio las consecuencias que tendría para la ciudad su integración en la Unión Aduanera. El desarrollo del puerto, la promoción turística, la reforma del Régimen Económico y Fiscal (REF), el impulso a la formación profesional y una mayor presencia del Estado en la ciudad también están presentes en la receta.

El Gobierno local ya creyó encontrar en el juego online, antes del estallido de la pandemia y de las decisiones de Marruecos sobre el comercio transfronterizo, una salida a los males de la ciudad. Una vía que, en lo más salvaje de la crisis, ha resuelto explorar hasta el final.

Pero, probablemente, el aspecto más novedoso de las propuestas auspiciadas por el Gobierno e incluidas en el documento es el referido a la nueva actividad que los populares quieren convertir en alternativa para el cambio del modelo económico de la ciudad: el controvertido sector del juego online.

El Gobierno popular de la Ciudad ya creyó encontrar en el juego online, antes del estallido de la pandemia y de las decisiones de Marruecos sobre el comercio transfronterizo, una salida a los males de la ciudad. Una vía ésta que, en lo más salvaje de la crisis, ha resuelto explorar hasta el final.

Así, el plan contemplado en “Por un futuro más estable y seguro para Ceuta” prevé la creación de zonas especiales para localizar empresas de la industria digital, contempla la constitución de un centro tecnológico, busca potenciar el desarrollo del “i-gaming”, amparar los nuevos proyectos de base tecnológica y fomentar la implantación de empresas del sector en la ciudad.

En éste último empeño la Ciudad cuenta ya con la complicidad del Gobierno central. Los nuevos Presupuestos Generales del Estado han introducido una disposición para la modificación del artículo 70.2 de la Ley del IVA, que obligaba a que las empresas radicadas en Ceuta por la prestación de sus servicios debían abonar el IVA en vez del IPSI.

Este cambio legal, relacionado con las reglas especiales sobre el lugar de realización de las prestaciones de servicios, implica que los servicios que se presten a empresas radicadas en Ceuta se les impute el pago del IPSI (0,5%) y no del IVA (21%).

Ceuta por fin tiene algo que podría tomarse por el plan estratégico definitivo. Si se ejecuta o no, ya es otra historia.