La tercera ola no se ha combatido con la dureza que merecía

8 muertes y más de 600 contagiados un mes después de las fiestas navideñas

Un mes después del 25 diciembre las cifras demuestran que se ha tropezado de nuevo con la misma piedra y no se ha sabido combatir el covid como se merece. Abrimos la puerta a la tercera ola y el resultado ha sido dramático. 
 Coronavirus sin fiebre- El portador asintomático del COVID-19

Este lunes hace un mes del Día de Navidad, una fecha significativa para hacer balance sobre en qué se ha traducido la relajación durante las fiestas navideñas. El dato no puede ser más escalofriante, con ocho fallecidos y 600 contagiados en la ciudad.  

¿Eran necesarias unas medidas más laxas estando avisados de la tercera ola? No parece que ni la cogobernanza propuesta por el Gobierno de la Nación ni las decisiones unilaterales de las autonomías sean la mejor herramienta para combatir el covid. 

Aumenta la fatiga pandémica por días y parece que nadie ha encontrado la mejor fórmula para una situación tan delicada en los ámbitos sanitario y económico.

En este tiempo se han contagiado en Ceuta más de 600 personas y la presión hospitalaria ha ido en aumento. Hemos llegado a los 500 casos diagnosticados a 14 días por cada 100.000 habitantes y, lo peor, se han perdido ocho vidas. Ocho dramas más que sumar a los muertos desde marzo (60). Con la última muerte, la de este domingo, una mujer que estaba ingresada en el hospital, ya son 68 los fallecimientos. 

Se dice por los expertos nacionales que la etapa meseta está por llegar, demasiado tarde quizá si hemos ido estos a días a 400 muertos diarios en España. 

Mientras, un aditivo más al desastre, el tema vacunas y las no dimisiones de los vacunados que están convencidos de sus propias razones. Las que se produjeron fueron la mayoría forzadas. Pocos entonan el mea culpa mientras muchos mayores esperan su vacuna en casa para vivir un poco más tranquilos.