Julián Domínguez ha explicado este martes en RTVCE que "muchas veces muchos sucesos adversos no son producidos por el medicamento en sí mismo, pero se declaran para su estudio y saber si hay relación".
Revisando los datos de la incidencia de la trombosis venosa cerebral, esta es muy baja en la población. "En Ceuta, la probabilidad de que ocurriese un suceso de ese tipo sería uno cada año o cada año y medio. Puede ser que un año haya dos casos de ese tipo o ninguno, o pasar cinco años sin haber ninguno y luego dos o tres seguidos".
Domínguez explica que "hay que comparar la probabilidad de ocurrencia en la población general con la probabilidad de ocurrencia entre los vacunados. Si esta última es más elevada y se ve alguna característica que pueda ser relacionada con la vacuna entonces se paralizaría su administración". No existe esa evidencia ahora mismo, ha dicho el doctor.
"Yo tranquilizaría a todo el mundo. Si la primera vacuna en llegar hubiera sido la de AstraZeneca es la que hubiéramos puesto a todo el mundo sin ningún miedo por los datos de los estudios que eran muy buenos y los resultados que ha dado en Escocia también, ha remarcado el médico. "Hasta ahora la vacuna de Astra tiene más beneficios que perjuicios", según Domínguez.
Sobre las personas que están pendientes de una segunda dosis de AstraZeneca ahora tendrán que esperar a la decisión de la autoridad sanitaria. Tras esta la persona se volverá a vacunar o no. "Lo sabremos cuando se haga el estudio", añade el doctor.
En principio, los síntomas de alarma son visión borrosa, visión doble, pérdida de fuerza, alteración del lenguaje o de la marcha, del habla sostenida, dolor de cabeza...
Una reacción indeseable más allá de dos semanas de la vacunación es muy dudosa ya para que sea de la vacuna, según el preventivista.
