La exposición de la obra de Mariano Bertuchi se despide cuatro años después de ser inaugurada

La muestra abrió sus puertas el 24 de abril de 2017. Hoy, cuatro años después, representantes institucionales y de la familia del autor han participado en el acto oficial de clausura de la muestra.

El consejero de cultura, Carlos Rontomé, y la bisnieta del pinto, Marina Bertuchi, durante el acto de clausura de la muestra (CEDIDA)
photo_camera El consejero de cultura, Carlos Rontomé, y la bisnieta del pinto, Marina Bertuchi, durante el acto de clausura de la muestra (CEDIDA)

SELLO BERTUCHIbertuchiexposición bertuchiLa exposición “Mariano Bertuchi, un pintor en la memoria” se despide transcurridos cuatro años desde que las obras fueran colgadas de las paredes del Museo de las Murallas Reales. Desde entonces, el Servicio de Museos de la Consejería de Educación y Cultura ha tenido a su cuidado los 90 óleos y 45 acuarelas, además de los fondos documentales y obra gráfica, que conforman la muestra.

El acto de clausura celebrado hoy –aunque la muestra permanecerá abierta hasta el domingo- ha estado presidido por el consejero de Educación y Cultura, Carlos Rontomé, y ha contado con la presencia de la jefa del Servicio de Museos de la Ciudad, Ana Lería, de la bisnieta del pintor, Marina Bertuchi, y del investigador José María Campos, que ha participado en representación de la familia del artista.

La obra gráfica del autor fue digitalizada con el propósito de que el visitante pudiera conocer más cercanamente postales, sellos y dibujos a través de la ayuda de pantallas táctiles. La exposición también recreaba el lugar de trabajo del artista, donde, además de sus paletas, pinceles y pinturas, se ha colocado la pequeña silla con la que, frecuentemente, salía por las calles de Tetuán para pintar del natural.

 

El autor

Mariano Bertuchi (Granada, 1884 -Tetuán, 1955), considerado como el “pintor oficial de Marruecos”', contribuyó con su obra a transformar la imagen negativa que del país vecino habían dejado los conflictos bélicos en los que España se había visto involucrado durante el primer tercio del siglo XX.

Junto a otros pintores, periodistas y fotógrafos, Bertuchi acompañó a las fuerzas expedicionarias españolas en sus campañas militares sobre el terreno. El artista gozaba ya de una sólida reputación como ilustrador gracias a sus trabajos en “Blanco y Negro”, “La Esfera” y “Nuevo Mundo”. Finalmente, estableció su residencia permanente en el país.

En 1928, fue nombrado inspector-jefe de los Servicios de Bellas Artes del Protectorado, fecha en la que empieza a compatibilizar pintura y enseñanza junto con la dirección de instituciones que él mismo crea e impulsa, como las escuelas de Artes Indígenas de Tetuán y Xauen, la Escuela Preparatoria de Bellas Artes de Tetuán y el Museo Marroquí de esa ciudad, donde falleció en 1955.

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