Las historias de un niño gordinflón: las vivencias de Tete

"Uno tiene que ser consecuente con lo que la vida te da y ser feliz y yo lo he sido, con lo que tengo". Este podría ser el prólogo del libro de Jesús Blanco Batista, conocido por todos como 'Tete'

Tete y Yolanda Bel, presentación de 'Historias de un gordinflón'
photo_camera Tete y Yolanda Bel, durante la presentación de 'Historias de un gordinflón'

'Un niño de Villajovita. Historias de un gordinflón', de Jesús Blanco Batista 'Tete' podría ser un libro más pero tal vez no lo sea, porque a través de las vivencias del niño, diferente, que fue (y que sigue siendo) describe una vida en la que no se negó nada, pese a sus limitaciones de 'anchura'.

Montó en burro por marruecos, tumbó a un caballo que quedó “como el de Lucky Luke" como aseguró Yolanda Bel en la presentación del libro. Un libro repleto de anécdotas muy divertidas, “pero también, de momentos muy tristes” como señaló Bel.

Tete y Yolanda Bel, presentación de 'Historias de un gordinflón'
Tete se emocionó durante el acto de presentación de su último libro

'Tete' es de los que ha tenido "una vida tan completita y me he metido en tanto charcos" y para que todos aquellos que estén "en la misma situación" que el autor, "vean que los gordos tenemos que ser felices y ver la vida con mucho optimismo".

"He sido un gordito que ha estado en todos los lados y tenía que contarlo" este es la semilla de su libro. Contar que se uno puede ser gordo y vivir con plenitud y ser feliz, porque los kilos 'de más' no restan felicidad, afirma Tete, quien tuvo que lidiar con sus complejos, "llegué a pesar 210 kilos". Con ese "volumen" como define Tete, tuvo que soportar y sobreponerse a las miradas morbosas, que son peores que la obesidad mórbida y a los comentarios "que siempre se oyen, porque lo escuchas todo".

Para sobreponerse a todos esos gesto de intolerancia y todo lo que sale de los cánones de belleza actuales, “es diferente”, este 'gordinflón' contó con una panda de amigos que siempre estuvo por él en todo y "me han facilitado la vida". "Y de mi familia, ¿qué te voy a contar?"

Pero Tete suma a esa amplia red de amigos y familia (enorme) a Pilar, su mujer, quien ha vivido "conmigo todos mis problemas y mis egoísmo", porque el autor confiesa que se volvió egoísta " y sobre todo con Pili", quien "lo ha sufrido todo, pero con cariño, amor y sin un reproche", asegura Tete visiblemente emocionado.

Pero con todo, Tete no sufrió acoso, bullying. "Eso es horroroso que no se den cuenta que la persona gruesa, gorda, es alguien deseoso de vivir tranquilo y feliz, disfrutando de las mismas cosas que el resto, con más dificultad, por el volumen, y que necesitamos que se nos respete".