Ismael 'Maruja' (22 años) es un futbolista con condiciones para triunfar en el complicado mundo del fútbol. Al extremo ceutí le falta regularidad para asentarse definitivamente en el primer equipo de la ciudad y pensar incluso en cotas mayores. Ismael ha sido tachado de indisciplinado, pero fue el único jugador musulmán que viajó a Gerena para enfrentarse al equipo sevillano pese a tener permiso del club al celebrarse la fiesta del sacrificio.
Ismael es el primero que reconoce que la temporada pasada no estuvo bien. "Me marché al Recreativo con muchas ganas de demostrar lo que valgo, pero no jugué lo que esperaba y encima no nos pagaban y no teníamos para el piso, para la comida... En un equipo de Segunda B quizás habría aguantado, pero el Recre B no es mejor que el Ceuta. Decidí volver, pero me costó entrar en la dinámica del equipo y coger el ritmo".
El delantero ceutí asegura que "tengo muchas ganas de desquitarme de la temporada pasada y ser el Ismael de los dos primeros años, pero soy joven y siempre se puede mejorar. ¿Qué me ha pedido Juan Ramón? Compromiso. La competencia en la delantera es grande, pero entreno para convencer al entrenador que merezco jugar; cuando lo haga espero aprovechar mi oportunidad".
Después de un final de temporada aciago, Ismael trató de encaminar su carrera al fútbol marroquí. "Estuve entrenando con el Mogreb de Tetuán de Sergio Lobera y en Casablanca, pero no se concretó nada y surgió la posibilidad de volver al Ceuta. Conozco a casi todos los compañeros, hay un buen vestuario y la plantilla va a pelear para estar al final de la Liga entre los cuatro primeros", concluye.
