El joven deportista de 18 años sabe que "doy un paso importante en mi vida porque dejo atrás a un gran club como el Caballa y me alejo mucho de mi familia, pero tengo esta gran oportunidad de jugar al waterpolo en Estados Unidos y quiero aprovecharla".
Kike Sillero es uno de los jugadores de la generación del 97 que debutó esta temporada en la Primera Nacional Masculina. "Es increíble poder jugar con muchos jugadores que no hace mucho tiempo estaban en División de Honor. Se nota mucho el cambio de jugar con los juveniles a hacerlo con el equipo absoluto, te tienes que esforzar el doble".
Con una plantilla muy joven el equipo de Sergio Aguilera logró con suficiencia el objetivo de la permanencia. "Más de la mitad del equipo éramos juveniles, pero con la ayuda de algunos veteranos conseguimos mantenernos".
Kike Sillero vivirá en un complejo universitario en San Luis, ciudad que se encuentra en el estado de Missouri, donde podrá dedicar muchas horas al waterpolo sin olvidar sus estudios. "En Estados Unidos es más fácil compaginar una carrera con el deporte, puedes elegir los horarios de las clases y es más sencillo organizarse. También hay consejeros, que si tienes algún problema con los estudios te van a prestar su ayuda", añade.
Otra dimensión
La razón principal para marcharse a Estados Unidos es que "allí le dan la misma importancia al deporte y a los estudios. En España es diferente, lo primero son los estudios y no hay facilidades para los deportistas. Me gustaría que esto cambiase algún día".
Sillero asegura que el waterpolo es un deporte apasionante, que no tiene la repercusión mediática que merece. "En España el fútbol lo acapara casi todo, pero a mí el waterpolo me ha engachado. He conseguido una beca que me permite seguir jugando al deporte que quiero y me facilita la carrera que he elegido, no puedo pedir más".
Ha mantenido contacto con españoles que se han marchado a Estados Unidos con una beca para practicar deporte y estudiar una carrera, y todos han valorado la experiencia. "Me han dicho que la experiencia es increíble, nadie quiere volver y los que vuelven por cualquier tema están deseando regresar".
Prefiere vivir el día a día sin fijarse en el waterpolo metas a largo plazo. "Quiero disfrutar esta experiencia, dar el callo y mejorar como jugador de waterpolo; ya veremos lo que depara el futuro. Me gustaría llegar a la élite, pero ahora mismo no pienso en eso".
