EX JUGADOR DEL SEVILLA FC

Alfaro: "El objetivo de un Campus no es captar talento sino inculcar valores"

Pablo Alfaro, otro de los ex jugadores que ha participado en el Campus de Fútbol Nayim, ha asegurado que lo más importante es inculcar a los niños los valores del deporte para que crezcan como personas. El Campus celebra este sábado su última jornada en el Alfonso Murube y a las 14:30 horas en El Cielo tendrá lugar la entrega de diplomas a los participantes.

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photo_camera Pablo Alfaro posa con uno de los alumnos del Campus organizado por Nayim./ JMN

Pablo Alfaro considera “un lujazo” el Campus organizado por Nayim durante esta semana. El zaragozano destaca que “la actividad se desarrolle en el Alfonso Murube, buque insignia de las instalaciones deportivas de Ceuta, demuestra la importancia que tiene. También quiero destacar la labor de los monitores, muchas veces nos olvidamos de ellos, pero son muy importantes para coordinar a tantos niños… He venido a disfrutar con los niños e inculcar los valores del deporte que son los que deben perdurar en la vida”, enfatiza.

Alfaro tiene claro que “el objetivo del Campus no es captar talento para que los padres se crean el día de mañana que por el hecho de estar en uno van a llegar a ser profesionales. El fútbol es una escuela de la vida, nosotros pretendemos inculcar a los niños una serie de valores que te enseña el deporte y que son aplicables en el día a día, más allá de que existan cualidades. Los niños están en una edad de formación y lo importante ahora es que se diviertan”.

 

Debut en el Murube

El ex jugador maño debutó con 17 años en el Deportivo Aragón en el Alfonso Murube. “Es algo que nunca olvidas, tengo cierta vinculación con Ceuta porque tengo familia aquí, aunque mis raíces son aragonesas. Recuerdo muchos veranos de niño en Ceuta. Debuté en el fútbol profesional en el Alfonso Murube con el filial del Real Zaragoza contra un equipo en el que jugaban Mané, Basilio, Santi, Burgueña… Perdimos aquel partido por 2-0”.

De su etapa en el Sevilla FC, señala que “han sido 18 años como profesional, pero es el equipo en el que más tiempo estuve y con el que más me he identificado. El cariño es mutuo, pero a todos los equipos en los que he sido feliz les deseo lo mejor”.

Preguntado por su fama de defensa duro, responde que “yo fui defensa central y lo que no puede pretender es decir que no fui duro. Un central debe tener entre sus virtudes la contundencia, la agresividad, sabes que eres el último y detras sólo está el portero… Creo que hubo algo de exageración, pero como ya ha prescrito (se ríe) carece de importancia”.

En su faceta como entrenador dirigió la pasada campaña a la UD Marbella tras sustituir a Jaime Molina, aunque no acabó la temporada. “En el fútbol profesional existe una gran competencia y la criba es importante, pero uno lo tiene asumido. He dirigido al Pontevedra, Recre, Leganés y Marbella y, aunque no pude terminar la temporada, el trato fue muy bueno y al final el equipo consiguió el objetivo”.