5-0, victoria de los locales en el partido disputado ayer domingo entre Punta del Caimán y el Goyu Ryu B. Todo normal, de no ser por las fotografías que, tras el encuentro, mostraban a un equipo ceutí que parecía ilustrar un parte de guerra.
El Goyu Ryu presentó denuncia por la invasión de campo de unas cien personas y por las agresiones sufridas por algunos de sus jugadores.
“Antes de poner una noticia debería de informarse antes”. Es la réplica que el presidente del Punta del Caimán, José Antonio Munell, ofrece cuando se le pregunta por los incidentes. "En el campo había seis guardia civiles y seis policías locales; en ningún momento se ha agredido a nadie, pueden llamar a la Policía Local o la Guardia Civil y preguntar”, reta Munell.
El directivo onubense invita a demostrar su acusación a todo aquel que sostenga que hubo insultos racistas contra los ceutíes durante la tangana. Y se niega a condenar los hechos: “¿Condena? Puedo condenar que algunos aficionados saltaran al campo tras escupir un jugador ceutí a una aficionada que estaba viendo el partido; lo que no puedo hacer es condenar algo que no ha sucedido aquí nunca y más si se llama agresión".