MODELO DE FINANCIACIÓN

Al abrigo del Estado

Sindicatos y empresarios coinciden en la consideración de que la Ciudad no puede prescindir del respaldo económico que le brinda el Estado. Pero mientras la patronal estima que ningún modelo de desarrollo económico permitirá a Ceuta obviar las compensaciones estatales, los representantes de los trabajadores piensan que un cambio de políticas sí facilitaría alcanzar la autosuficiencia.

 

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photo_camera Un momento de la sesión plenaria celebrada ayer/ ANTONIO SEMPERE

¿Podría subsistir la Ciudad sin el respaldo del Estado? La controversia se suscitó ayer en el transcurso de la sesión plenaria de la Asamblea, convocada para la aprobación de una operación de tesorería de 7.600.000 euros. Una operación a corto plazo, concebida en la certeza de que, con arreglo a los acuerdos de compensación alcanzados con el Estado, el dinero será reintegrado a las arcas municipales el próximo ejercicio.

Durante el pleno, la oposición calificó de “caros” e identificó como “una especie de rescate” un modelo de financiación por el cual el Estado se obliga a completar los déficits de recaudación de la Ciudad en cada ejercicio.

Pero, ¿sería la ciudad capaz de valerse por sí misma, de adquirir la suficiente fortaleza económica como para prescindir del respaldo estatal?

Los pactos de compensación son concebidos por las fuerzas sindicales como una muestra de la renuncia de la dirigencia política a promover un modelo productivo sólido para la economía ceutí.

“Resignación” y “desinterés” son los sustantivos que los sindicalistas emplean a la hora de referirse a la actitud de los responsables políticos. “Esto significa resignarse a ser una ciudad subvencionada, a aceptar que es papá Estado quien ha de encargarse de solucionar nuestros problemas –se queja el secretario de Organización de Comisiones Obreras, Ramón del Valle-Inclán- La autonomía consiste en que la Ciudad resuelva los problemas por sí misma, pero lo que tenemos es una autonomía atendida y subvencionada”.

La viabilidad de un alternativa que garantice la suficiencia económica es tenida, también por los empresarios, como una aspiración irrealizable. Aunque los argumentos de sindicatos y patronal difieren a la hora de explicar las causas de por qué un sistema productivo vigoroso no encuentra arraigo.

¿Por qué no?

La Confederación de Empresarios de Ceuta (CECE) sostiene que los servicios públicos resultarían inviables de no existir un régimen de compensaciones estatales, pero sus dirigentes no parecen muy esperanzados en el horizonte de una reactivación económica que permita prescindir de aquéllas. “Se puede y se debe reactivar la economía, pero creo que nunca conseguiremos un crecimiento que permita renunciar a la compensación del Estado si tenemos en cuenta nuestra densidad de población y sus niveles de calidad de vida”, sostiene el presidente de la organización empresarial, Rafael Montero.

Los sindicatos también creen que en la dificultad de cambiar de modelo, aunque por razones bien distintas. El secretario general de UGT, Antonio Gil, cree que, sencillamente, no existe interés en promover un sistema productivo sustentado en iniciativas ajenas al ámbito público. “Cuando se ponen sobre la mesa ideas para alentar nuevas actividades económicas todo suele terminar con las propuestas en un cajón –se lamenta Gil- Y esto es porque trabajan con la certeza de que luego vendrá el Estado para compensar”.

“¿Una alternativa? Imposible con el modelo económico imperante y las directrices políticas que lo inspiran, imposible con las políticas de Rajoy y su extensión en Ceuta de la mano de Vivas”, respalda Del Valle-Inclán.