Desavenencias entre empresarios y Delegación, avalanchas de porteadores y otros problemas debilitan al sector

Acabar con el porteo, ¿es ése el objetivo?

Las situaciones que se vienen viviendo en los últimos meses con el porteo hacen presagiar que las actividades del comercio atípico podrían entrar en una espiral nada aconsejable. Da la impresión, según los hechos, como si hubiese un plan establecido para acabar con la actividad del porteo.

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photo_camera Porteadoras aguardan para intentar pasar sus mercancías por la frontera (C.A.)

Son muchas las circunstancias. Las últimas el enfrentamiento vivido entre la Delegación del Gobierno y los empresarios, en concreto los ubicados en el Tarajal Fase II. El cierre de la puerta norte provocó que el porteo fuese suspendido debido a que los comerciantes decidieran retirar el dispositivo de seguridad, que pagan de sus bolsillos, y que en su día fue exigido por la Delegación del Gobierno no sólo a este polígono, sino a los cuatro que conforman el conjunto de El Tarajal.

El motivo para el cierre de la puerta norte tenía como fundamento para los responsables de la Plaza de los Reyes terminar con las avalanchas de porteadores que se producen por la tarde una vez que se ha procedido por el paso de mercancías de El Tarajal II.

El comercio del textil, o más conocido por la denominación del de ropa china, según los empresarios y la propia Delegación, es el motivo por el que una tarde sí y otra también se registren altercados en la frontera.

El problema se origina a raíz de que Marruecos no está permitiendo la entrada de este tipo de mercancías en su país. Eso provoca que si el porteador o porteadora es rechazada por las autoridades del país vecino la zona comprendida entre ambas fronteras se colapsa y es cuando se producen las aglomeraciones en la parte española. A renglón seguido llegan las avalanchas.

Para ello, en las últimas jornadas los mandos de la Guardia Civil han optado por una nueva disposición en el despliegue de los números pertenecientes a los GRS. Las medidas adoptadas han hecho que los porteadores no se concentren en la rotonda de la frontera, siendo agrupados en el cruce del acceso al Hospital Universitario. Allí, los agentes tienen establecido un control sobre personas y vehículos que se dirigen hacia Marruecos.

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Pese a ello, los intentos de avalancha se producen. Este jueves, mientras la secretaria de Estado de Seguridad mantenía un encuentro con los periodistas, en la frontera se registraba un intento de avalancha, posteriormente se produjo otro.

El problema tiene difícil solución, máxime cuando los empresarios marroquíes fuera de la zona norte no están dispuestos a seguir permitiendo que las ventas de sus productos se vean mermadas por lo que denominan mercancía de contrabando. La presión sobre el Gobierno del país vecino, según se ha reflejado en distintos medios de comunicación del mismo, es bastante importante en este sentido.

Pero el comercio del textil no sólo hace daño a la economía marroquí, también es una lacra para muchos empresarios establecidos en los polígonos de El Tarajal y así lo han manifestado una y otra vez.

La pregunta se antoja lógica. Si este trasiego de bulto tóxico, como lo denominan algunos comerciantes, va de Ceuta a Marruecos es porque esta mercancía es importada hasta la ciudad. Bueno sería entonces que las autoridades investigasen cuales son los canales utilizados para su paso por la ciudad hasta llegar a las, según denuncian muchos empresarios, naves consignas.

A todo ello hay que añadir otra serie de restricciones que están teniendo un fuerte impacto en el comercio atípico. Las medidas adoptadas por los bancos en cuanto a su negativa a aceptar billetes de 100, 200 y 500 euros. El cierre de la histórica frontera comercial con Melilla y la decisión del país vecino de encargar un informe para evaluar el impacto del comercio atípico sobre su economía.

Este hecho ya fue denunciado por Caballas hace algunas fechas. La formación que lidera Mohamed Alí denunció la existencia de un “plan” orientado a acabar discretamente con el denominado “comercio atípico”.

La situación va empeorando con el paso de los días y el impacto de estos problemas en la economía local es muy fuerte. Una economía a la que el Gobierno local trata de poner freno, aunque la solución no se antoja fácil.

El desarrollo del comercio de Ceuta con el país vecino no puede quedar a merced de las decisiones que se tomen en el otro lado de la frontera. El diálogo entre ambas zonas se hace necesario, sobre todo para conseguir alcanzar un acuerdo que beneficie a ambas partes. Esta es una empresa que se antoja difícil y complicada, ya que son muchos los factores que entran en juego. Los descuidos de los distintos delegados que han pasado por la Plaza de los Reyes han provocado que la situación, hoy en día, sea bastante complicada de reconducir.

Ahora toca hablar claro sobre el asunto y, sobre todo, que el Gobierno central y local tomen cartas en la asunto para buscar soluciones que enderezen y mejoren el rumbo que desde hace algunos años ha tomado la economía de Ceuta.

Mientras la situación se mantenga como hasta ahora, es lógico que los empresarios se hagan la pregunta de que si el objetivo que se persigue es acabar con el comercio atípico y el porteo.

 

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