Las providencias de apremio son la antesala de los futuros embargos e “incluyen un recargo sobre el importe de la resolución, ya sea una sanción o una liquidación provisional, aún sin notificar”. En un comunicado de prensa la Asociación Afectados por Hacienda explican que han constatado que los afectados no han sido notificados por ningún medio ni tampoco a través del BOE. “Con ello se obliga al afectado a recurrir en vía administrativa mientras pesa sobre él una obligación de pago que no tiene que soportar al no habérsele notificado la resolución previa ni habérsele dejado la posibilidad de recurrir esa resolución oculta”.
Examinados los expedientes, afirman que “incluso se refleja expresamente que el intento de notificación no se ha recogido ni tampoco han sido publicados a través del BOE, con lo que la indefensión es patente. Los intentos de notificación se están enviando a domicilios que el contribuyente tuvo hace décadas y en los ahora no residen. Algunos hasta en los domicilios de los padres ya fallecidos”. Para la asociación esta es “otra más de las numerosas irregularidades que hemos detectado en los procedimientos tributarios”. Por eso, piden que “este afán recaudatorio cese de inmediato” y es que “la primera vez que llega la providencia de apremio se puede achacar a un error, la segunda a una negligencia, pero cuando ya llevamos observados más de media decena de casos, cabe pensar que se trata de una práctica habitual con efectos demoledores en la economía del contribuyente sin que exista la más mínima garantía procesal”.
