Cooperación Ciudad-Delegación en frontera

Un aplauso fácil e innecesario en tiempos difíciles para el comercio

En año y medio se ha pasado de las concentraciones a una sorpresiva felicitación a quienes no son capaces de levantar el sector. 

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photo_camera Los presidentes de la Cámara de Comercio, Karim Bulaix (a la izquierda) y Confederación de Empresarios, Bhagwan Dhanwani (C.A./ARCHIVO)

No hay nada que celebrar. ¿Se ha elevado acaso la productividad de las empresas ceutíes? ¿Se han incrementado las ventas? ¿Está superada la crisis del sector comercial? ¿Hemos dado la vuelta a las penosas cifras del INE?. Parece que no. Quienes no están llamados a la campaña electoral quizás se están metiendo donde no deben.

La necesidad que le tiene que mover a quienes representan los intereses generales del comercio es la de colaborar, impulsar acciones conjuntas o por separado, demandar el compromiso de las administraciones y procurar que esta ciudad no se hunda económicamente.

Aplaudir en estos momentos la cooperación, presuntamente por razones de conveniencia, entre dos instituciones de muy distinto color político, es una afrenta a empresas y profesionales autónomos. Nos es función de sus interlocutores conceder grandeza a decisiones políticas que buscan consensos o mayorías cualificadas en la Asamblea para sacar adelante una legislatura.

Las organizaciones de profesionales de cualquier sector no deben entrar en el juego político, menos aún en medio de la precampaña electoral. A los políticos deben solicitar medidas útiles y que aporten soluciones que incidan en el bienestar económico de los ceutíes.     

Persiste aún en la mente de muchos empresarios la manifestación del mes marzo del pasado año, que movilizó a profesionales del sector y sindicatos contra el caos fronterizo, con Fernández Cucurull ocupando el sillón principal de la Delegación del Gobierno. O aquella otra de mayo convocada por Confederación y Cámara de Comercio motivada por los graves problemas que al comercio generaba la frontera del Tarajal. No es muy diferente ahora la situación.

Por lo que se ve, el mundo da tantas vueltas que nos olvidamos de por y para qué estamos. La economía de Ceuta agonizaba entonces y así seguía ayer, desgraciadamente.