Los sindicatos aseguran que la situación de la frontera, no sólo está perturbando muy seriamente el normal desarrollo de la vida de los ceutíes, al borde del desquiciamiento, sino que se está cobrando un coste inasumible en términos de empleo. Una ciudad tan castigada por el paro, y a la que cuesta un esfuerzo ímprobo crear un puesto de trabajo, no puede permitirse el lujo de someter el débil tejido empresarial que aún queda a un proceso sostenido en el tiempo de reducción de actividad.
Acusan a las administraciones de no reaccionar a pesar de las reiteradas protestas, reivindicaciones, movilizaciones y propuestas protagonizadas por los agentes sociales, partidos políticos y asociaciones y entidades ciudadanas de todo tipo.
Tanto el Gobierno de la Nación, en su condición de administración legalmente compete, como el Gobierno de la Ciudad, en su calidad de administración colaboradora, y sobre todo atendiendo a su carácter representativo de la ciudadanía, tienen la obligación de asumir un compromiso cierto y concreto de poner en marcha, de forma inmediata, todas cuantas medidas estén a su alcance para frenar esta sangría de pérdida de actividad “que nos está abocando a la ruina”.
CCOO y UGT reclama al Gobierno un cambio drástico e inmediato en la gestión de la política de frontera que garantice un paso fluido de personas y mercancías, que respete los derechos de todos los ciudadanos y que proteja los intereses de Ceuta.
