Cepsa, Ybarrola y Dúcar: Una historia de la actividad petrolera en la ciudad

Estas empresas, en pleno funcionamiento o ya desaparecidas, comenzaron su implantación en Ceuta allá por la década de los 20 del pasado siglo

photo_camera Factoría de Cepsa en Benítez/ A.S.

Ybarrola, Cepsa y Dúcar son referentes históricos de las actividades petroleras en la ciudad. Los recientes vertidos contaminantes procedentes de deficiencias en las instalaciones de Cepsa y la desidia de la empresa en ofrecer información sobre los mismos a la opinión pública han dejado caer un manto de mala fama sobre la compañía. Pero no siempre fue así.

La calle Libertad, número 1, fue la primera sede de Cepsa en la ciudad allá por el año 1928. En aquel entonces tan solo mantenía relaciones comerciales con el ejército y la marina de guerra.

Tras la Guerra Civil, la empresa comienza a crecer en todo el país y, paralelamente a esta nueva pujanza, su implantación en la ciudad se va consolidando y ampliando. Así, en 1947 crea su primera factoría sobre el suelo de la parcela 74 en el campo exterior. Su función sería la de almacenaje y distribución de combustibles.

Los chalés de la Avenida África, proyectados por el arquitecto José Blasco, se construyen en los primeros años 50 para albergar a los trabajadores. Pero será entre 1963 y 1966 cuando se acometan las primera grandes transformaciones en la factoría, que encontrarán continuidad en 1998 con la construcción de un gasoducto hasta el muelle de la Puntilla.

Dúcar, desde 1923

Apenas siete años después de su fundación en Barcelona, la Compañía General de Carbones se instala en Ceuta. Corría el año 1923. Este precedente de Petrolífera Dúcar acababa de convertirse en una de las pioneras en el suministro de combustible a los buques que hacían escala en el puerto ceutí.

Desde un primer momento, la compañía se granjeó un prestigio que ya en 1936 llevó a su presidente Francisco Reig a ser designado cabeza visible de la asociación de consignatarios de buques.

La Compañía General de Petróleos será la segunda denominación de la empresa. Para entonces, 1952, ya se habían construido sus nuevas instalaciones sobre la parcela que años atrás le había sido concedida en el muelle de Levante. La nueva actividad será, a partir de entonces, la del suministro de combustibles líquidos.

Los empresarios albergan el proyecto de ampliar sus instalaciones. Para ello, solicitan autorización para construir una factoría en los terrenos de la antigua cantera de San Amaro. Encontrarán, sin embargo, la oposición de la Dirección General de Industria, cuyos responsables consideraban que acceder a la petición supondría una merma de la competitividad entre las empresas radicadas en la ciudad.

En 1952, la compañía insiste en su solicitud de la mano, esta vez, de la corporación municipal presidida por Vicente García Arrazola. La perseverancia de los empresarios y el apoyo del Ayuntamiento permitieron doblegar la oposición de Industria.

El barón de las Torres, presidente del consejo de Administración, se desplazará hasta Ceuta para asistir al acto de inauguración en 1958 de las nuevas instalaciones de San Amaro. Dúcar conseguirá sobreponerse años más tarde a la apertura de la Verja de Gibraltar, que supuso para otras empresas un serio revés.

Llegado 1986, la empresa levanta nuevas instalaciones en el Muelle de Poniente para continuar con su actividad. Y en 2006, la noticia era la del proyecto de cerrar sus instalaciones en San Amaro para ejecutar un proyecto urbanístico en su solar, iniciativa que fue objeto de arduos debates en el seno de la Asamblea de la Ciudad.

Una inauguración real

El Muelle de la Puntilla se inauguró en 1915, lo que empezaba a poner en evidencia que el proyecto de puerto iba siendo una realidad. El ingeniero José Rosende Martínez fue quien más esforzadamente mantuvo el empeño de buscar empresas que quisiesen instalarse en el nuevo puerto para aprovisionar a los buques en tránsito por el Estrecho.

Fue precisamente Ybarrola la primera gran empresa que obtuvo los permisos y licencias para instalarse en 1920. La presencia de la empresa en Ceuta ya era una realidad dos años más tarde bajo la dirección del ingeniero Luis Delgado Brakenbury.

La inauguración de las instalaciones tuvo padrinos ilustres. El acto, celebrado en 1927, contó con la presencia de los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia y del presidente del gobierno, Miguel Primo de Rivera. Un chalé de arquitectura inspirada en los modelos británicos albergaba sus oficinas.

La planta fue ampliándose a lo largo de los años 50 y 60, al tiempo que se renovaban las conducciones que trasladaban el combustible desde sus tanques hasta los buques en el Muelle de La Puntilla.

La crisis de Ybarrolla llegó en los años 80. La empresa se mantuvo hasta la década de los 90, momento en que decidió poner a la venta sus terrenos para que se construyera una zona residencial y comercial. Corría 1997.

Fuente: José Luis Gómez Barcelona, cronista oficial de la ciudad.