El comercio local pide auxilio. La Cámara de Comercio ha alertado que las 1.392 empresas del sector y los más de 6.000 empleos que generan enfrentan el final de año con dudas reales acerca de su viabilidad. “Esperemos que en enero no tengamos que contar las empresas por el número de las que han tenido que cerrar”, se quejaba esta mañana el empresario Emilio Fariña.
Bajo el lema “Yo creo, compro en Ceuta”, la Cámara de Comercio ha promovido una campaña de información a través de la cual pretende concienciar a los ceutíes de que apoyen con sus compras a un sector que, según palabras del presidente de la institución, Karim Bulaix, atraviesa “el peor de los momentos”.
Bulaix y Fariña han participado esta mañana en el acto de presentación de la campaña, un reclamo al que los comerciantes han recurrido para afrontar un momento que no dudan en calificar de “crítico”. “Muchas de las empresas están esperando a ver qué pasa en estos días para ver si abrirán el año que viene”, confiesa Bulaix confirmando los temores expresados por Fariña.
Nicola Cecchi es un empresario italiano que lleva radicado 20 años en la ciudad y que, como sucede con el resto de sus colegas, no oculta su preocupación por el futuro del sector. “El futuro es muy negro, y lo peor es que no sabemos cómo conseguir que se traslade la realidad de esta emergencia a los ciudadanos”, explica.
El comercio constituye aproximadamente el 37% de toda la actividad empresarial de la ciudad, un motor económico amenazado por las debilidades propias del sector y las consecuencias incontestables de una frontera caracterizada por su ineficacia para gestionar los tráficos que la atraviesan.
La Confederación de Empresarios de Ceuta (CECE) ha diseñado una estrategia reivindicativa para exigir a las autoridades la adopción inmediata de medidas para evitar que las actividades económicas que encuentran su asiento en Ceuta puedan sobrevivir a la crisis fronteriza.