Los datos de inflación registrados en la ciudad a lo largo del primer cuatrimestre del año parecen conceder a Ceuta una tregua. Según los datos oficiales, la ciudad ha pasado de registrar enero una tasa interanual del IPC del 6,6% a cerrar abril con otra del 4,5%.
Las cifras se acompasan con las correspondientes al conjunto del país, aunque las tasas de la ciudad siempre han sido superiores a las de la media nacional. Con todo, la economía ceutí ha logrado recortar la diferencia con el IPC medio español hasta las 0,4 décimas. Enero comenzaba con una inflación nacional del 5,9%, 0,7 décimas por debajo de la valorada para Ceuta.
La mayor caída de la tasa interanual del IPC se registró en marzo, cuando la inflación bajó del 6,8% registrada en febrero al 4,5% de marzo, exactamente la misma que la registrada en abril.
El análisis del escenario español muestra una tasa del IPC que ha caído entre enero y abril del 5,9% al 4,1%. El dato del mes pasado, sin embargo, empeora el de marzo, cuando la inflación se situó en el 3,3%. La causa de este cambio de tendencia hay que buscarla en un encarecimiento de los carburantes y en una caída menos acusada de los precios de la electricidad.
Una de las claves de la estabilización de la inflación en Ceuta hay que buscarla en la desaceleración de la tendencia alcista del precio de los alimentos. El dato resulta alentador: desde el pasado enero, la tasa interanual de los precios de la cesta de la compra ha caído un 3,6%, aunque los alimentos continúan siendo a día de hoy un 13,5% más caros de lo que lo eran hace un año.
