Una estrategia de combate contra la crisis

El Gobierno municipal ha fundado su estrategia de combate frente a la crisis en la implementación de un paquete de ayudas a empresas y autónomos y en la relajación de su política fiscal.

Viandantes caminan por el Paseo del Revellín (C.A.) CALLE GENTE
photo_camera Viandantes caminan por el Paseo del Revellín (C.A./ARCHIVO)

La recuperación de la actividad económica y la restauración de la confianza de emprendedores e inversores se han convertido en el reto que Ceuta habrá de afrontar a lo largo de este año 2021. La crisis que el pasado año abrió la pandemia, agudizada por el contencioso fronterizo con Marruecos, ha dejado tras de sí un panorama desolador que las cifras oficiales sobre crecimiento y empleo no hacen sino constatar.

A la espera de conocer el dato sobre paro registrado en diciembre, el incremento del desempleo en Ceuta desde el inicio de la crisis sanitaria y hasta noviembre se cifraba en casi 1.900 personas. A falta de un mes para la finalización del año,  se encontraban sin trabajo en la ciudad 13.160 personas, 1.857 más de las contabilizadas en febrero, última cifra disponible antes de la declaración por el Gobierno central del primer estado de alarma.

Estas cifras se completan con la caída en paralelo de la afiliación a la Seguridad Social.  Si a finales de febrero el número de afiliados a la Seguridad Social ascendía a 23.207, en noviembre la cifra quedaba fijada en los 21.260.

Aunque las elevadas cifras de desempleo han constituido siempre un mal endémico del mercado laboral ceutí, la crisis generada por el coronavirus ha dejado al tejido empresarial local sin recursos para favorecer la creación de nuevos puestos de trabajo. Antes al contrario, los empresarios del sector servicios, pilar de la economía ceutí, se han visto obligados a luchar por su supervivencia. Los propietarios de establecimientos de restauración, hostelería, comercio, ocio y turismo confían en que la remisión de la pandemia y las ayudas económicas de las instituciones permitan salvar sus negocios.

El presidente de la Cámara de Comercio, Karim Bulaix, ya alertaba en octubre de que los comerciantes habían perdido el 50% de sus ventas.

El futuro de la economía local está fiado, a día de hoy, a las medidas que el Estado, la Ciudad y Europa han activado para favorecer la recuperación. El Gobierno municipal ha fundado su estrategia de combate frente a la crisis en la implementación de un paquete de ayudas a empresas y autónomos y en la relajación de su política fiscal, encarnada en medidas como el aplazamiento de deudas tributarias, la modificación de la ordenanza que regula las tasas de los servicios de abastecimiento domiciliario de agua y recogida de residuos sólidos urbanos o los cambios introducidos en el IPSI sobre la importación.

El Gobierno local también confía en los beneficios que pueda reportar a la ciudad la modificación de la ley del IVA. Este cambio legal precisa que determinados servicios prestados a empresarios o profesionales radicados en Ceuta se entenderán realizados en la ciudad y sujetos, por tanto, al IPSI. Así. Se abre la posibilidad de favorecer el establecimiento en la ciudad de las empresas de servicios tecnológicos, particularmente, las integradas en el sector del juego y las apuestas online.

En 2020, el pleno de la Asamblea sancionaba la reducción de los tipos de IPSI para  las actividades profesionales (que pasa de 6% al 4%).  Este año está pendiente de aprobación definitiva por la Cámara ceutí la revisión del tipo de gravamen aplicable a la producción, elaboración e importación de la confección, que pasa del 10% al 5%, y el calzado, que se reduce del 7% al 5%. Según los cálculos de la Ciudad, esta última medida permitirá a los empresarios del sector disponer de 1.517.000 euros más en 2021.