La megazona comercial de Castillejos dos semanas después: un polígono fantasma sin actividad

Aunque la prensa alauita vendió en su día que la inauguración suponía el inicio de la actividad, no ha sido así. Se espera que la mercancía llegue, como muy pronto, entre marzo y abril.

Cuando Marruecos alcanzó su objetivo en octubre de 2020- poner fin al contrabando de mercancías procedente de Ceuta- arrancó los motores para diseñar su alternativa económica en la zona norteña fronteriza con la ciudad autónoma, y que hace dos semanas se materializó en uno de sus primeros grandes proyectos: una megazona franca comercial en Castillejos con una superficie inicial de 10 hectáreas, aunque con pretensiones de llegar a las 90.

En medio de toda la crisis social y económica que atraviesa el país vecino derivada, principalmente, por la pandemia, la inauguración se vendió como ese proyecto a futuro que busca Rabat cuya pretensión es la de crear un millón de puestos de empleo. Así lo plasmó la prensa alauita, que deslizaba que dicha inauguración suponía el inicio automático de la actividad comercial. Sin embargo, el escenario que se proyecta en el entorno refleja lo contrario.

Sin tránsito. Ni apenas actividad. Es el dibujo de un ambiente fantasma en los 100.000 metros cuadrados donde se erigen esos 76 depósitos para almacenar mercancías. De momento, se sigue trabajando en adecentar el entorno, en el que trabajan algunos operarios de carreteras. Y fin de las labores. Los interiores tampoco suponen un cambio de tuerca. Espacios vacíos a la espera de mercancía.

naves 2

Fuentes del entorno aseguran que la llegada del material se espera para el periodo marzo-abril, y se sitúa mayo como la fecha tope en la que estarían en total funcionamiento los 50 módulos que se han recepcionado, de un total de 76 que componen el complejo.

Hay que recordar que las autoridades marroquíes ya avanzaron en su día que un 30% de estos almacenes se reservarían a industriales ceutíes afectados por el cierre de la frontera, aunque finalmente se quedó en la mitad. Sin embargo, de momento, las informaciones que se desprenden apenas apuntan a una decena que empresarios que se hayan animado a continuar con su actividad al otro lado de la frontera.

Una primera distribución se reparte de la siguiente manera: el 85% de las naves son para comerciantes de Castillejos y Tetuán. El otro 15%, para los empresarios ceutíes.

 La renta a pagar está en torno a los 50 dírhams el metro cuadrado y la superficie de los almacenes varía según la actividad que ha sido declarada en solicitud. Los hay de 100 m2, los más pequeños, y de 270 a 700 m2. Las acometidas de luz y agua corren por cuenta del concesionario.

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