Los empresarios de las dos ciudades autónomas, sumidos en la incertidumbre

Melilla, sin comercio; Ceuta, perpleja

La decisión de los bancos de bloquear las cuentas de empresarios ceutíes y el inesperado anuncio de Marruecos de no despachar mercancía a través de la frontera con Melilla han sumido a los agentes económicos de ambas ciudades autónomas en un indisimulado estupor. 

Instalaciones fronterizas vistas desde el polígono Tarajal II (C.A.)
photo_camera Instalaciones fronterizas vistas desde el polígono Tarajal II (C.A.)

El verano no ha traído buenas noticias a los empresarios de las dos ciudades autónomas. Ceutíes y melillenses se confiesan sorprendidos por la restricción impuesta a sus ingresos bancarios, que impone la prohibición de hacer uso de billetes de valor nominal superior a los 100 euros. Pero eso no es todo.

Algunas entidades financieras han comenzado a bloquear las cuentas de empresarios del polígono comercial de El Tarajal y a romper relaciones comerciales con ellos. La medida ya ha obtenido una respuesta de los afectados: los comerciantes se concentrarán este martes ante las puertas de las sucursales bancarias implicadas para expresar su protesta.

Los empresarios han encontrado apoyos en el Gobierno local y algunos partidos políticos, que han advertido de los riesgos que estas restricciones pueden extrañar para la estabilidad de la economía de la ciudad.

Unidos por la inquietud, los empresarios ceutíes y melillenses observan el futuro con incertidumbre. Y por si fuera poco, Marruecos decidió el pasado día 1 cerrar de facto la frontera comercial de Melilla. Una circular de Aduanas marroquí advertía de que las mercancías que entrasen vía terrestre al país vecino no serían despachadas.

Todos estos contratiempos han puesto sobre la mesa algunos de los problemas no resueltos de las economías de dos ciudades aisladas del resto del territorio nacional y condicionadas por la servidumbre de su vecindad con Marruecos.

Tras las restricciones impuestas por los bancos, y aunque no se han ofrecido explicaciones precisas sobre las causas que las justifican, está el temor a los movimientos de blanqueo de capitales que podrían producirse en unos tráficos comerciales tan singulares como los que se dan a través de la frontera marroquí.