Desde hacía meses la cadena de supermercados estaba pendiente de los informes técnicos y de las correspondientes licencias que, al parecer, ya han llegado. Con estas autorizaciones la empresa ya puede comenzar las obras que se esperan culminen en 2018 con un proyecto en La Almadraba y otro del que aun no ha trascendido la ubicación. La cadena continúa buscando un local que reúna las características necesarias para su instalación, aunque de momento el mercado inmobiliario local no ha ofrecido ninguno que cuente con las condiciones necesarias.
El nuevo supermercado, en el que la compañía prevé invertir 5 millones de euros, dispondrá de una sala de ventas de más de 1.600 metros cuadrados y 200 plazas de parking espaciosas y cómodas. Asimismo, dispondrá de amplios espacios para que los "jefes", como internamente la compañía denomina a sus clientes, puedan hacer la compra más cómoda, con una imagen renovada de las secciones de frescos, unido a una importante inversión en eficiencia energética.