El proyecto Salazones de Ceuta (Salzone) será sometido hoy a escrutinio por los evaluadores de la red de destinos turísticos europeos EDEN para determinar sus posibilidades de integrarse en esta plataforma promovida por la Unión Europea. EDEN tiene como objetivo la promoción de un turismo sostenible en el ámbito de los países comunitarios, proyecto en el que Ceuta busca un espacio a través de una de sus industrias más tradicionales: los salazones.
Salzone, una iniciativa de los ceutíes Keke Raggio, José Manuel Pérez y Mario Silva, competirá con la comarca guipuzcoana del Goyerri, la localidad gaditana de Conil de la Frontera y con los Valles Pasiegos en Cantabria.
Las convocatorias de EDEN para la elección de un destino de excelencia turístico se promueven anualmente con un motivo temático. Si en ediciones anteriores, el certamen propuso las actividades de turismo acuático, el patrimonio local inmaterial o la mejora de destinos rurales, en la presente ocasión el tema de referencia ha sido la gastronomía.
“Los salazones son un actividad en evidente peligro de extinción”, ha advertido Keke Raggio, uno de los promotores de Salzone. Raggio ha alertado de la necesidad de procurar el relevo generacional en una industria artesanal cuyos mantenedores son personas de edad avanzada.
Los volaores son el activo con el que Ceuta, a través de Salzone, pretende ganar presencia como destino turístico gastronómico. De este modo, y de resultar finalmente seleccionado, los salazones caballas justificarán un nuevo destino a incluir entre los 119 repartidos en 26 países diferentes en el ámbito del proyecto EDEN. En la actualidad, tan sólo cinco lugares radicados en España gozan de esta distinción: el Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara, en Huesca; el ecoparque de Transmiera, en Amuero (Cantabria); la localidad pontevedresa de la La Guardia; el parque natural del Delta del Ebro en Tarragona; y la malagueña Sierra de las Nieves.
