"EL DESNARIGADO"

Los propietarios del barco turístico denuncian las condiciones en las que se ven obligados a desarrollar su actividad

Los empresarios aseguran que el entorno del muelle donde reciben a sus clientes acumula suciedad y es escenario de incidentes protagonizados por un grupo de jóvenes. Juan Olmedo, uno de los dueños del barco, exige responsabilidades a la Autoridad Portuaria, al tiempo que critica la falta de una política turística real para la ciudad.

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photo_camera Un grupo de personas acampan frente al muelle que sirve de base a las operaciones de "El Desnarigado"/ CEDIDA

Los propietarios del barco turístico “El Desnarigado” han denunciado el abandono al que la Autoridad Portuaria tiene condenado el entorno del muelle donde la empresa desarrolla su actividad. Los empresarios aseguran que la suciedad y los comportamientos incívicos de algunos jóvenes que suelen frecuentar una pequeña zona verde vecina están afectando a su negocio.

Juan Olmedo, uno de los empresarios afectados, asegura que, en ocasiones, la presencia de los jóvenes ha llegado a disuadir a algunos clientes. “Ésta no puede ser la imagen de la ciudad –se queja Olmedo- Hay gente que viene, ve lo que hay y se da la vuelta”.

El propietario de la embarcación se queja de la falta de atención de las autoridades portuarias hacia una oferta turística como la que representa “El Desnarigado”. Olmedo asegura que los problemas de suciedad y mala imagen que pesan sobre la zona del muelle se remontan a una década, sin que hasta la fecha se haya adoptado medida alguna para combatirlos. “Si hay algún altercado y se llama, los policías portuarios vienen unas veces sí y otras no; si se trata de adecentar la zona, los servicios de limpieza acuden cuando se acuerdan”, ironiza el empresario, quien asegura que la propia tripulación se ha visto obligada a expulsar en alguna ocasión a intrusos que han accedido al barco. Según denuncia el empresario, el pasado jueves unos desconocidos rompieron una arqueta con la intención de extraer agua. 

Olmedo expone la situación de “El Desnarigado” como ejemplo de la postración que, a su juicio, abate la industria turística local. El empresario lamenta la falta de una política turística sólida y recrimina a las autoridades de la Ciudad los vaivenes y ausencia de previsión en el diseño de futuro de la industria. “En diez años hemos conocido otras tantas políticas turísticas, y nunca hemos tenido la suerte de poder decir que la de Ceuta es una política turística con mayúsculas”, se queja el empresario.

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