El tejido productivo de Ceuta estabiliza su riesgo de impago en 2022

El 22% de las empresas presenta un riesgo elevado de impago. Esto supone un deterioro de nueve puntos frente al 13% que registraba este indicador antes de la pandemia.

Imagen del centro de la ciudad tomada ayer (C.A.) TERRAZA

El tejido productivo de Ceuta ha logrado estabilizar el deterioro de su riesgo de crédito en el último año. El 22% de las empresas presenta un riesgo elevado de impago. Esto supone un deterioro de nueve puntos frente al 13% que registraba este indicador antes de la pandemia, pero mejora en un punto los niveles del 23% que mostraba en 2021. Ese es uno de los datos más relevantes que ofrece la radiografía del tejido productivo ceutí elaborado con la solución de analítica avanzada Insight View. En el primer semestre de 2022, Ceuta no ha registrado la declaración de ningún proceso concursal (el año pasado se había declarado uno). La creación de nuevas empresas muestra un incremento del 3% y la disolución de empresas cae un -7%.  

Ceuta tiene una economía basada en servicios. El sector primario es testimonial y el industrial (3% de las empresas) tiene un peso económico mínimo en la región (1% de la facturación). El 33% de las empresas ceutíes se concentra en el sector del comercio, que representa un 16% de la actividad económica de la ciudad. Los sectores vinculados a la construcción y el inmobiliario tienen un peso importante en el tejido (21% de las empresas), pero su incidencia en la economía es sensiblemente más reducida (5% de la facturación). Los servicios a empresa (11% de las empresas, 2% de la facturación) o la hostelería (7% de las empresas, 1% de la facturación) tienen un peso limitado. En estos momentos, el 68% de la facturación económica de Ceuta se concentra en apenas un 3% de las empresas, vinculadas a las actividades de juegos de azar y apuestas. Ello se debe a que grandes empresas del juego online se están trasladando a la ciudad autónoma ante el tratamiento fiscal diferencial frente a otras Comunidades Autónomas. 

La distribución por tamaños empresariales muestra una fuerte dispersión. El 70% del tejido está compuesto por microempresas que, sin embargo, apenas generan el 6% de la facturación total. En el otro extremo, la gran empresa, que representa el 1% del total, produce el 68% de las ventas de un tejido productivo que muestra una relativa madurez. El grueso de la facturación, 60%, se concentra en el 12% de las empresas con una antigüedad de 11 a 15 años.

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