Tras la declaraciones de Carreira y Deu

El transporte marítimo vuelve a tomar protagonismo

Las declaraciones de Emilio Carreira, consejero de Turismo y Deporte, y las de Mabel Deu, consejera de Presidencia, han venido a poner encima de la mesa uno de los problemas endémicos que tiene esta ciudad y sus vecinos, el de la conexión marítima con el territorio nacional.

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photo_camera Imagen de la navegación de uno de los buques que operan entre Ceuta y Algeciras (C.A.)

El consejero de Turismo, que no es la primea vez que genera la polémica con sus declaraciones, puso el dedo en la llaga y utilizó la fórmula de poner un ejemplo para reclamarle al Gobierno de España que se tome en serio el problema del “barco” y se esfuerce en buscar una solución adecuada para que “Ceuta tenga una comunicación fluida y a precio asequible” con el resto del territorio nacional. A Carreira no le falta razón, sobre todo si nos atenemos al tan utilizado discurso, sobre todo en los debates de la reforma de la Ley de Financiación de la Comunidades Autónomas, de que todos los españoles deben recibir los mismos servicios y en las mismas condiciones con independencia de la zona del territorio nacional en la que residan.

El responsable de Turismo ilustraba sus palabras con la decisión del Ministerio de Fomento de rescatar las autopistas que no son rentables. Es evidente que se trata de una acción política del responsable ministerial, sobre todo si se tienen en consideración los hechos ocurridos hace pocas fechas en una autopista de peaje, en la que quedaron atrapados cientos de automovilistas con sus familias. Efecto acción reacción.

Pero si de poner ejemplo se trata, pongamos uno. Una familia de Estepona, por citar una ciudad cualquiera, con los mismos derechos que una ceutí, dispone de dos vías para desplazarse a Granada para pasar el día. Puede circular por la autovía, que es gratis, o bien hacerlo por los distintos tramos de autopistas existentes, que son de pago.

Un ceutí si quiere hacer el mismo recorrido se encuentra con el problema que para conectar con el territorio nacional tiene que afrontar un sobrecoste. El abono del billete del barco o, en su defecto, el del helicóptero. Bien sea por mar o por aire, el ceutí se encuentra con una sola autopista, la del Estrecho y, además, tiene que pagar por su utilización.  También es cierto reconocer que vivir en Ceuta tiene sus ventajas, al menos en lo que ha fiscalidad se refiere.

 

El gran problema

Pero ese no es realmente el mayor problema, el que más hace daño a la ciudad es cuando el flujo se produce a la inversa y la familia de Estepona decide viajar hasta Ceuta para visitarla. El precio del peaje de la autopista del Estrecho se dispara hasta el punto que hace desistir a los visitantes del intento, con el impacto que ello tiene en la economía local. Es verdad que la Asamblea va a ser un esfuerzo para intentar abaratar el coste del billete para los fines de semana con la idea de poner en valor turístico las muchas excelencias que tiene la ciudad, que son totalmente desconocidas para una buena parte de la ciudadanía española.

De ahí que el consejero de Turismo dijera que el “Gobierno tiene que tomarse en serio que Ceuta tenga una comunicación fluida y a un precio asequible que permita que la ciudad no esté aislada por razones económicas del resto de España".

En sus declaraciones como portavoz accidental, Mabel Deu, enfatizó en la diferencia existente entre un mercado sujeto a la libre competencia, como es el transporte marítimo, y en el de concesiones, como es el de las autopistas, que cuenta con sus normas reguladoras. Quizá se le olvidó decir que tanto uno como otro son servicios que se deben prestar al ciudadano, y éstos deben ser en igualdad de condiciones para todos los ciudadanos residan en la zona que residan del territorio nacional.

Quizá el momento aconsejaba no tocar este asunto, ya que el presidente se desplaza el jueves a Madrid para entrevistarse con el ministro de Fomento y uno de los asuntos que se podría abordar sería el relativo al transporte marítimo.