EMILIO CARREIRA, NúMERO 3 DEL PP

"Parece que me gusta mucho la confrontación, pero no, no me gusta nada"

La voz del Gobierno de Vivas se ha erigido en uno de los más activos animadores de los foros políticos. Los debates más acalorados que se han vivido en el pleno le han tenido como protagonista, lugar que pelea meritoriamente con Juan Luis Aróstegui, de Caballas.

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photo_camera El consejero de Hacienda Emilio Carreira en un momento de la entrevista/ANTONIO SEMPERE

¿Qué sentido tienen las campañas electorales hoy día?

Las campañas actuales son muy diferentes a las que yo conocí cuando entré en política. Hoy existe una sobreabundancia de información a disposición del ciudadano. Ya no hace falta insistir tanto sobre las cosas.

Sin que nadie me malinterprete, creo que las campañas son hoy demasiado largas, francamente. No se consigue obtener la confianza del electorado en quince días si no has hecho o explicado lo que tenías que hacer o explicar durante cuatro años.

En ocasiones, la parafernalia que rodea a las campañas, los reclamos, los actos parecen diluir el sentido final que debería tener este tipo de procesos. Hay mítines cuya puesta en escena roza el ridículo…

El contacto con las personas no puede ser sustituido por los medios de comunicación. Esconderse tras una televisión o una información en un periódico no basta. Sobre todo en unas elecciones donde la proximidad es algo de la mayor importancia. Hay que notar la calidez, el contacto del candidato, su empatía o antipatía…

A pesar de que usted lo niega, da la sensación de que a usted le encanta verse inmerso en polémicas y controversias con sus oponentes políticos.

Bueno, una cosa es el papel que a uno le toca y otra, lo que a uno de verdad le gusta. Por lo que sea, siempre que he asumido una responsabilidad pública me ha correspondido el papel de portavoz. Y da la sensación de que todo esto me gusta mucho, que me gusta la confrontación. Pero no, no me gusta nada.

Lo que ocurre es que tampoco se puede estar callado cuando los demás te atacan. Por ejemplo, una de las últimas perlas que he oído, creo que por boca de un candidato de Caballas, es que hay que echar al PP de Ceuta. Yo pensaba que en las elecciones nos jugábamos el gobierno, no la residencia. Pues bien, a este tipo de cosas hay que responder. Porque el señor que dice esto está diciendo que la gente que cree que el PP es un instrumento válido para la ciudad no sólo sobra en el gobierno, sino que también sobre en Ceuta.

No seré sucesor de nadie nunca. Mi carrera política está vinculada a la de Juan Vivas

¿Por qué parece disfrutar tanto en sus enfrentamientos verbales con el candidato socialista? ¿Por qué la mayor parte de sus ataques verbales se dirigen hacia José Antonio Carracao?

No, yo con José Antonio Carracao intento llevarme bien, como con cualquier compañero o adversario en el mundo de la política. Carracao es una persona a la cual le tengo afecto. Lo que ocurre es que no puedo compartir su falta de proyecto, que en este caso resulta palmaria.  

Mire, Carracao dice que le falta un trámite para ser presidente. Al tiempo, le pide a Juan Vivas que aclare si yo le voy a sustituir en la presidencia a mediados de la legislatura. Esto sería imposible si Carracao fuera el presidente. ¿O es que ha perdido la fe en el trámite? Hombre, también podría ocurrir que Carracao fuera presidente y me nombrara vicepresidente para luego dimitir y legarme la presidencia.

Él busca titulares y no se da cuenta de que mañana se desdice de lo que ha dicho hoy. Así llevamos una temporada.

Yo le pregunto por cuál fue su trabajo como asesor en el Senado durante el tiempo que estuvo cobrando allí. Él a esto lo llama insultos y marrullerías. Pero, si tuviera la amabilidad de explicarme lo que le pregunto todo sería más fácil. Pero no quiere. No quiere porque no puede.

Pero, insisto, yo le tengo afecto a Carracao.

A pesar de todo…

Bueno, habrá alguien que por estas cosas pueda pensar que nos odiamos. Pero yo por él siento afecto y consideración, pero creo estar en la obligación de buscar la verdad. A pesar de ser del PP.

Las estadísticas del Ministerio de Empleo siguen mostrando que el paro constituye la principal urgencia social que es preciso atender en Ceuta. Ustedes alegan, sin embargo, que en estos años se ha creado empleo, que las cifras de paro han de explicarse en el contexto del aumento de la población. Sea como fuere, ¿qué puede hacerse contra para combatir el desempleo más allá de urdir nuevos planes de empleo?

Los planes de empleo no proporcionan una reducción estructural a del paro a largo plazo. Sí, se van a crear mil y pico empleos, se va a notar en las estadísticas de desempleo, pero también se va a generar un efecto llamada.  Muchas personas se inscriben en el desempleo porque llegan los planes de empleo. La pescadilla que se muerde la cola.

Yo no conozco otra fórmula de crear empleo que no sea el desarrollo integral de cada uno de los individuos que conforman la sociedad. La formación es lo que al final va a ayudar a cada uno a encontrar trabajo.

Estamos adoptando una batería de medidas que servirán para mejorar la competitividad de importantes sectores económicos de Ceuta como son el comercio o el turismo. Las medidas de tipo fiscal ayudarán sin duda a que existan más nichos de empleo. Pero la formación ha de ser una de las apuestas clave del Gobierno de la ciudad. Hay que apostar por la formación de los jóvenes. Un joven poco formado es presa fácil del desempleo y la frustración.

Hay otros que apuestan por otras cosas, por seguir subvencionando el empleo permanentemente, lo cual genera una sociedad más incompetente, más dependiente del político de turno. Ésa, por ejemplo, es la apuesta de Caballas.

Pero, ¿cómo implementar esos planes de formación? Hacer algo así en una ciudad como ésta, con barriadas tan depauperadas como El Príncipe, no se antoja una empresa sencilla.

Yo nací en una barriada más depauperada. Mis padres se preocuparon de que yo estudiase. La primera intervención ha de ser en el seno de la familia. Si las familias no están convencidas de que un hijo sin formación tiene un futuro feo, mal empezamos. Y a la familia no la puede sustituir ningún gobierno. Quien pretenda eso busca un Gran Hermano…

Todo esto que dice suena muy liberal.

No, no, es la verdad. Seguro que usted debe su formación a sus padres y no al gobierno. Cuando la formación dependa sólo del gobierno de turno, verá usted qué fracaso.

Las políticas de empleo al estilo clásico son más bien políticas sociales. Éstas tendrán que seguir existiendo porque siempre habrá personas que no estarán ni en edad ni en condiciones de seguir formándose. La obligación de cualquier sociedad moderna es proteger a estas personas, no dejarlas en la estacada. Pero ésa no es una solución para Ceuta.

La solución es que todos vayan al colegio, que todos se formen, que todos puedan llegar a ser capaz de competir en una sociedad que no es fácil.

Nosotros, en nuestro programa incluimos el principio de ningún niño sin libros. Esto lo hemos estado haciendo nosotros, los que somos de derechas. Los de izquierdas nunca lo hicieron.

Creo que también está muy bien abandonar las responsabilidades públicas y dedicarse a otras cosas para seguir siendo conscientes de cómo es el mundo

¿El plan de potenciación comercial que ustedes han anunciado es una medida de gobierno o una promesa electoral?

No, es una medida de gobierno. Este plan se ha adoptado cuando se ha podido adoptar, cuando la economía ha mejorado, cuando se ha reducido la deuda, cuando las finanzas se encuentran bien.

Hemos decidido que se puede aligerar la presión fiscal con carácter general, pero, además, también podemos utilizar la fiscalidad para hacer más atractivas nuestras marcas comerciales. Se trata de una medida de gobierno y debería dar igual el momento en el que se anuncie. Que haya elecciones no significa que todo se tenga que parar. Aunque gobiernen otros, el gobierno ha de seguir trabajando.

¿Qué tiene que decir a quienes aseguran que Juan Vivas abandonará la actividad pública a mediados de legislatura para cederle a usted la presidencia?

No seré sucesor de nadie nunca. Tengo un compromiso con el presidente Vivas. Mi carrera política está vinculada a la de Vivas. Él se presenta para gobernar cuatro años. El que lo ponga en cuestión está usando una táctica electoral con la que se pretende desincentivar a quien tenga intención de votar a Juan Vivas. Es la mentira de un desesperado.

Yo estoy aquí para ayudar, si quiere usted incluso desde una posición cada vez menos relevante.

¿Continuará su carrera política más allá de los próximos cuatro años?

Eso de la carrera política no existe. Es lo que los ciudadanos quieren. Lo que realmente existe es la carrera personal de la vida…

Tampoco es tan infrecuente que quien pierde un cargo electo sea recolocado en una fundación municipal, en una sociedad pública…

No ha sido mi caso. Yo he estado fuera casi siete años de cualquier actividad pública.

He trabajado en la empresa privada. Pero en la empresa privada, privada, privada, nada que ver con ningún cargo que designe ningún responsable político. Y he estado muy bien.

En todo caso, ¿qué opinión le merecen esas personas que pueden estar años y años viviendo de la política? Hoy, concejales; mañana, al frente de una empresa municipal; más tarde, diputado provincial; después, parlamentario regional…

Ése es un fenómeno. Supongo que esa gente tendrá sus capacidades. Yo no me siento tan capaz. Yo he sido miembro del primer gobierno de Juan Vivas. Después, como le digo, he estado fuera de la política casi siete años. Más tarde fui gerente de Acemsa muy poquito tiempo. Cuando Guillermo Martínez se fue de la Consejería de Hacienda, el presidente me llamó para que le ayudase.

Pero los siete años que he estado fuera he descansado mucho, también he trabajado mucho y he aprendido mucho sobre la competitividad en la empresa privada. No es malo que ese mismo espíritu impregne a las administraciones públicas, que todos seamos conscientes de que el dinero no llueve del cielo.

Me parece muy bien todo eso que me cuenta usted acerca de esos fenómenos. Pero yo creo que también está muy bien abandonar las responsabilidades públicas y dedicarse a otras cosas para seguir siendo conscientes de cómo es el mundo.