Mercedes Sánchez: "El PP ha dejado de ser un partido de derechas"

La candidata de Vox a la Presidencia de la Ciudad reclama para su partido el espacio político de la derecha, considera que la mejor política social pasa por la creación de empleo y se muestra reacia a aceptar festividades religiosas musulmanas en el calendario. 

Vox ha nacido como la némesis del Partido Popular. Los dirigentes de la nueva formación se califican a sí mismos como la derecha, título del que pretenden desposeer a la formación de Mariano Rajoy.

“El PP dejó de ser un partido de derechas, de modo que la derecha ha quedado huérfana de representación; Vox ha venido a cubrir este hueco”. Quien así se pronuncia es la candidata de Vox Ceuta a la Presidencia de la Ciudad, Mercedes Sánchez Vallejo.

El modelo de organización territorial del Estado constituye una de las diferencias fundamentales entre Vox y el PP. Los dirigentes de la nueva formación conservadora muestran sin complejos su repudio hacia las comunidades autónomas como eje vertebrador del país y abogan, en palabras de Sánchez Vallejo, por “un gobierno centralizado con una administración descentralizada”.

Este afán por distinguir los principios ideológicos y estrategias que definen a Vox frente al PP se convierte en ejercicio estéril en los ámbitos de las políticas económicas y sociales y la inmigración. “La mejor política social que se puede hacer en una ciudad es crear empleo –defiende la candidata de Vox- No por dar más ayudas sociales la cosa mejorará, pues eso crea clientes de política social”.

En lo que concierne al argumentario en torno a la inmigración, Vox, al igual que el PP, mantiene una defensa numantina de las devoluciones en caliente y, de manera idéntica a los populares, incluyen en su vocabulario términos como “avalancha” o “asalto” para referirse a los intentos de los inmigrantes por franquear la valla fronteriza.

Sánchez Vallejo también se confiesa reacia a aceptar la inclusión de festividades religiosas musulmanas en el calendario oficial. “La Constitución no dice que éste sea un país cristiano, pero su tradición es cristiana y la debemos respetar”, asegura.