50,16% DE ABSTENCIóN

La mitad de los ceutíes no vota

La abstención ha crecido en más de 3 puntos con respecto a la registrada en las elecciones municipales de 2011. Los políticos locales claman contra este fenómeno, ya endémico, pero no parecen acertar con la causa de un hábito que tan mal se compadece con la salud democrática de una sociedad. 

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photo_camera Una urna vacía sobre la mesa de un despacho del Ayuntamiento/CRISTIAN MARFIL

¿Por qué la abstención en Ceuta es tan elevada? ¿Existe algún modo de explicar un fenómeno tan repetido proceso electoral tras proceso electoral? Ministerio del Interior ha cifrado la abstención en estas elecciones municipales en un 50,16 por ciento, 3 puntos más que en 2011. El dato resulta ya de por sí ilustrativo, pero si se compara con el que representa el índice de la media nacional de abstención, resulta desesperanzador. Ceuta se sitúa 15 puntos por encima de la media del resto de territorios españoles.

El presidente en funciones y ganador de las municipales, el popular Juan Vivas, considera que los altos índices de abstención que registra año tras año Ceuta no se compadecen con los hábitos de una democracia saludable. “Siempre que haya una diferencia de más de 10 puntos con la media nacional, es un dato negativo”, concluye. La explicación de Vivas a este fenómeno resulta, sin embargo, un tanto prosaica. Según el dirigente popular, la alta abstención está relacionada con el hecho de que centenares de ciudadanos abandonan la ciudad durante los fines de semana.  

La parlamentaria electa Fátima Hamed ve en las tendencias abstencionistas del electorado ceutí un fenómeno “digno de estudio”. La líder del Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía (MDyC) sostiene la necesidad de afrontar el abstencionismo electoral como un problema que alude directamente a las formaciones políticas. “Necesitamos la implicación de todos aquellos agentes que están implicados en política y, por extensión, de toda la ciudadanía para intentar combatir estas reticencias a participar en las elecciones”, invita Hamed.

Javier Varga, el flamante nuevo parlamentario de Ciudadanos, no duda en responsabilizar directamente a las formaciones políticas que han ocupado el primer plano de la actividad política en la ciudad. “Son los partidos que han estado en la Asamblea los que deberían plantearse si es esto lo que queremos para Ceuta”, acusa.

Historia de la abstención en Ceuta

Los elevados índices de abstención han sido una constante en los procesos electorales celebrados en Ceuta. Aunque, quizás, habría que establecer algunas matizaciones.

Las mayores diferencias entre la participación registrada en Ceuta y la media nacional se han producido siempre en las elecciones al Congreso. Desde 1993, los índices de participación en la ciudad han sido siempre más bajos que los del resto del país en, al menos, 10 puntos. En 2011, esa distancia alcanzó los 15 puntos.

El comportamiento en las elecciones municipales es bien distinto. Aunque la abstención siempre ha sido superior a la de la media del país, las diferencias no han sido tan acusadas como en el caso de los procesos de elección de diputados al Congreso. En 1991, esa diferencia apenas llegaba a los 4 puntos y en 2007, a los 3. Sólo en 1995 y en las pasadas elecciones de 2011, la brecha se extendió más allá de los 10 puntos. Una curiosidad: en estos últimos 24 años, el menor índice de abstención se registró en las municipales de 1999, aquéllas que otorgaron la mayoría al Grupo Independiente Liberal (GIL). 

 

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