POLÍTICA

Vivas trata de convencer a los suyos de que la única alternativa posible es el Partido Popular

El presidente protagoniza un mitin electoral en el Hotel Tryp en el que la frialdad fue la tónica dominante, arrancando aplausos medidos y en el que intenta ‘vender’ en tres cuartos de hora la gestión de 14 años. De Pedro Gordillo, ni hablar.

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photo_camera El presidente, durante su alocución en el Hotel Tryp./A.S.

Juan Vivas trata de convencer a los suyos de que el PP es la mejor opción de Gobierno de cara a las próximas elecciones regionales. La cita ha sido en el Hotel Tryp en un momento marcado por la muerte de Pedro Gordillo, al que no se hizo la menor mención, aunque fuera el presidente del partido y vicepresidente de la Ciudad. Nada. Como si no hubiera existido, aunque el funeral fue ayer. La militancia no llega a entender la ausencia de palabras o gestos en torno al que fuera presidente del partido. Así se hablaba en los pasillos del trato que ha recibido Pedro Gordillo más que de la valoración del presidente Vivas tras 14 años de Gobierno.

Frialdad en el auditorio, aunque Juan Vivas trató de espantar fantasmas y arrebatar aplausos, que llegaron, pero fríos como témpanos.

El presidente estuvo bien en su alocución, sin papeles, sin leer, y dando la cara ante un auditorio que no sabía muy bien qué hacer. Los aplausos eran esporádicos y en ciertos momentos concretos. Diríase que el presidente ha echado de menos más calor.

Lo intentó. Pero hay que tener en cuenta que el PP se encuentra con más bajas que altas –a nivel de partido- y con créditos de los que se están apoderando otras formaciones, como Vox. También es preciso darse cuenta de que hay cargos imputados, lo que añade un plus de vulnerabilidad a la candidatura de Juan Vivas.

El presidente trata de recalcar una consigna: “hemos capeado el temporal y la nave sigue a flote”, dice sin levantar al auditorio de sus asientos, aunque con aplausos, todo hay que decirlo.

Habló de la activación de la inversión, de que la política no sólo es gestión de recursos ni servicios, sino que es la política de la “gente, de la palabra y el mensaje” y que hay que “defender a Ceuta, pequeña, dulce y marinera, tierra hermosa y mágica”.

Defendió sus proyectos durante catorce años, relatando varias obras que se han realizado en la ciudad y alentó a que se reconozca a Ceuta como “un modelo del encuentro, acogida, solidaridad y convivencia”.

Vivas trató de estar cercano a la concurrencia, con algunos guiños de campechanía, pero lo cierto es que su discurso estuvo plagado de silencios y con algunos aplausos esporádicos que más bien parecían estar previamente programados.

El acto contó con la presencia de prácticamente todos los medios de información de la ciudad, con especial gran despliegue de la televisión pública de Ceuta, sin precedente en otros actos de otros partidos.