Los partidos celebran la pericia de aquellos cargos públicos capaces de sacar rédito electoral a su gestión sin vulnerar las estipulaciones legales que prohíben los actos de inauguración y las campañas de propaganda institucional una vez convocadas las elecciones. La ley establece que durante este periodo estas actividades sólo estarán autorizadas cuando resulten “imprescindibles” para salvaguardar el interés público o para garantizar el funcionamiento de los servicios públicos.
Como sucede durante cada periodo electoral, la controversia en torno a los anuncios y actos institucionales vuelve a perseguir al presidente de las Ciudad y líder local del PP, Juan Vivas. Los dirigentes de Caballas y MDyC ya han anunciado su disposición a recurrir a la Junta Electoral de Zona para denunciar lo que consideran infracciones de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General: los primeros, a raíz del anuncio de que la nueva pasarela de Miramar será inaugurada en abril; los segundos, por la presentación de del III Plan Joven, que ayer presentó el consejero de Educación y Cultura, Javier Celaya.
Vivas no ha dudado en sacar el mayor rédito posible a todos los proyectos que las distintas consejerías tienen en marcha. Aun antes de que se conociera la decisión del Gobierno central de disolver las Cortes y convocar elecciones, el PP impulsó una programación de actos públicos con el presidente como protagonista. Un esfuerzo publicitario que se pretendía de largo alcance pero que se topó de bruces con el anuncio de la celebración de las generales en abril.
Para cuando el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó la convocatoria de elecciones, Vivas ya había convocado a la prensa en la calle Jáudenes con el propósito de presentar el inicio de la segunda obra de la reforma de Gran Vía y sus calles aledañas. La cita sirvió para lanzar un guiño al mundo cofrade: los trabajos no impedirían que la calle permaneciera abierta a los pasos durante la próxima Semana Santa.
Días más tarde, Vivas se presentaba en Alcalá del Valle la culminación de las obras de acceso a este núcleo vecinal.
Controversias
Habría que esperar a finales de febrero, días después de que el presidente Pedro Sánchez anunciara su intención de convocar elecciones, para que se suscitara la primera polémica. Ceuta Actualidad desvelaba el 27 de febrero que el Gobierno local había contratado la impresión de 15.000 folletos con información sobre las inversiones contenidas en el Plan de Barriadas para distribuir casa por casa. Las críticas de los partidos de la oposición llevaron al equipo de Vivas a posponer el reparto de los folletos hasta después de las elecciones.
La cercanía de las elecciones ha traído también a escena otro clásico: la construcción de la nueva pista de atletismo. Desde hace años, la oposición ha señalado este proyecto como un símbolo de los incumplimientos que atribuye a la gestión del Gobierno local.
El anuncio del “inminente” comienzo de las obras se oficializó en el transcurso de la rueda de prensa a la que cada viernes la Ciudad convoca a los periodistas. Este mismo foro fue el elegido una semana más tarde para que el consejero de Economía y Hacienda, Alberto Gaitán, celebrara el cierre de las cuentas municipales 2018 con una halagüeña reflexión: “Este Gobierno deja para el próximo que salga de las urnas una economía saneada y con un margen de maniobra suficiente”.
A lo largo de febrero, Vivas ha incluido en su agenda visitas a las obras de remodelación del instituto “José Acosta”, a las de las nuevas pistas deportivas de El Príncipe y a las correspondientes a la pasarela Miramar.
La controversia también se establece en sentido inverso. El PP no ha dudado en presentar sendas denuncias ante la Junta Electoral de Zona por la difusión a través de las redes de un vídeo en el que el PSOE solicitaba el voto y por la publicación de una nota oficial de la Delegación del Gobierno en la que anunciaba las inversiones programadas para la construcción de las nuevas sedes de la Policía Nacional y la Guardia Civil en la ciudad.
