Gutiérrez quita hierro al batacazo del PSOE: «Seguimos siendo la segunda fuerza»

El fallido aspirante a desbancar a Juan Vivas ha asegurado que "se van a tomar decisiones internas", pero descarta su dimisión: "Vamos a seguir luchando".

Juan Gutiérrez y parte de su núcleo duro, tras la derrota electoral (ALEJANDRO CASTILLO)
photo_camera Juan Gutiérrez y parte de su núcleo duro, tras la derrota electoral (ALEJANDRO CASTILLO)

No es un batacazo, pero como si lo fuera. El Partido Socialista no ha logrado su anhelada (y anunciada) mayoría absoluta. No solo eso: Juan Gutiérrez y los suyos han cedido un asiento en la sede del poder legislativo ceutí, pasando de los siete logrados en la última cita electoral a solo seis.

Con el cien por cien del voto ya escrutado y con el subsiguiente tablero político más que definido, parece que los culpables del desplome del PSOE tiene nombres y apellidos: por un lado, Fatima Hamed; por otro, Mohamed Mustafa. Lass dos formaciones localistas con representación en la Asamblea han restado un buen puñado de votos a los de Daoiz muy a pesar del propio Gutiérrez, que llegó a decir hace escasamente dos meses que ninguno de los dos partidos entraban en la ecuación (literalmente).

Pese a haberse hecho de rogar, el candidato socialista ha acabado saliendo de su madriguera para dar la cara. Lo ha hecho en su sede, ampliamente respaldado por el sector más leal de su abultada militancia. "No me esperaba yo tanta gente aquí", confesaba él mismo nada más salir a escena.

Gutiérrez se ha mostrado resignado, apesadumbrado. "No ha sido posible el cambio", espetaba, mas sin ánimo de tirar la toalla: "Vamos a seguir luchando; para las próximas elecciones, si Dios quiere". El fallido aspirante a desbancar a Vivas ha aprovechado el tirón para felicitar desacomplejadamente a su adversario. "Aceptamos el resultado; es lo que han querido los ceutíes y vamos a respetarlo", apostillaba.

Entre constantes "poco más que decir", Gutiérrez ha asegurado que "se van a tomar decisiones internas". Los 1.500 votos cedidos a Hamed y Mustafa han hecho mella, mucha mella. No en balde, el líder del PSOE ha evitado hablar de fracaso. "Son palabras mayores; seguimos siendo la segunda fuerza", argumentaba.

Sabedor de que él y los suyos tendrán que "estudiar por qué se han perdido tantos votos", Gutiérrez, sin embargo, no se plantea "ninguna dimisión". "Si la Dirección Política decide que yo sobro, no tengo ningún inconveniente en coger la puerta e irme", concluía, entre gritos de "¡Presidente, presidente!”.

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