El Partido Socialista ha celebrado este viernes a última hora de la tarde un acto electoral al más puro estilo de los ‘meetings’ políticos con más solera en uno de sus escenarios fetiche, el anfiteatro del barrio de “Pedro Lamata o el Mixto, como queráis llamarlo” en boca de uno de sus candidatos, Carlos Coronado, haciendo las veces de informador con las tablas que dan toda una vida detrás de la mesa de mezclas. Y lo ha llenado. Tanto que apenas una hora después de que Juan Gutierrez terminara de hablar se había agotado la cerveza y los refrescos, como símbolo claro de lo fuerte que parece ir el PSOE en esta campaña.
“Aquí hay hasta gente del PP”, explicaba un veterano curtido en mil derrotas. En ese mismo escenario el partido celebró un acto hace muchas elecciones, cuando la victoria del PP tampoco se daba por descontada, entonces con Carmen Cerdeira y cantautor al uso. Esta vez Carmen Miriam y orquesta. ¿Quién paga la fiesta? Habrá que estar atentos a las cuentas que presenta el partido al Tribunal de Cuentas. Pero más recientemente el partido cerró en ese mismo escenario otra campaña, la última vez que ganó. En abril de 2019.
Aquel día sobre el escenario estaba Manuel Hernández en funciones de secretario general y los inminentes miembros de las Cortes Generales, Pepe Simón, Adil Mohamed y Blanca Gómez. Mirar las fotos para comparar el aforo sobrecoge. En una noche más bien templada de abril un puñado de fieles de pie arremolinados cerca del escenario. Este viernes las gradas llenas, con sillas desplegadas a pie de atril, llenas también, y con castillo hinchable para los niños.
Si estos actos en campaña más que para convencer indecisos o lanzar mensajes claves se hacen para mostrar fuerza, el PSOE parece evidente que este viernes lo ha conseguido. Porque a ese lleno hay que sumarle un condicionante. SI está pensando en que daban cerveza, refrescos y montaditos y así cualquiera piense que no había ningún líder nacional sobre el escenario, sólo el candidato y líder del partido, Juan Gutierrez.
Y en su discurso, hecho a medida para sus fieles ninguna o poca novedad. Después de dos actos públicos, más bien tres si se cuenta la pegada de carteles, con la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y la ex vicepresidenta, Carmen Calvo, a Gutiérrez parecen habérsele acabado las novedades discursivas y ha ofrecido un refrito de sus mejores argumentos. Aunque eso sí ha sumado parte del programa, en materia de vivienda y empleo, aunque de nuevo sin poder concretar una sola medida y prometiendo más bien horizontes, objetivos a lograr con medidas aún por determinar en los detalles.
En esos apartados las 500 viviendas que dice Gutiérrez que construirán y los avales para el 20 por ciento inicial del precio de una vivienda para hipotecarse en la compra de uan vivienda para jóvenes y familias con hijos con mayor flexibilidad que los que ya ha aprobado el Gobierno de Sánchez a través del ICO. “La vivienda no es un lujo, es un derecho. A ver si se les mete en la cabeza”.
En materia de empleo, la construcción de un centro de formación y un polo digital que sirva para dar oportunidades a los jóvenes para no tener que emigrar. Y un generalista apoyo a los emprendedores y al autoempleo, que parece aún por determinar en medidas concretas.
También le ha dado tiempo a desglosar otra parte que parece mimada dentro del programa socialista, la construcción de otro centro para atender de forma temprana a las personas que tiene alguna discapacidad. ¿Dónde?
Lo demás han sido un poco los territorios ya explorados que saben en el PSOE que levantan a sus fieles. “Todos nos atacan a nosotros. El PP tiene miedo, saben que el huracán del PSOE no hay quien lo pare. Somos el enemigo a batir que a nadie le quepa la menor duda. El 28 vamos a celebrar la victoria lo saben y por eso son capaces, porque no tienen escrúpulos de atacarnos con temas personales, con mentiras, con manipulaciones. Yo jamás voy a entrar en eso”, ha prometido Gutiérrez.
“Tenemos 15 días para decir a los 4 vientos que vamos a pokner punto y final al cortijo de Vivas. Sólo defiende a la mitad de Ceuta”, ataque al rival. Aplausos. Petición de evangelización. “Todos tenéis que ser activistas por el cambio”.
Un puñado de adjetivos positivos para la Ceuta que quiere construir el PSOE y otro puñado negativos para la Ceuta que en ese caso heredaría tras 22 años de gobierno del Partido Popular y de Juan Vivas.
Dudas sobre la credibilidad del presidente cuando promete no pactar con VOX, para afianzarse como la mejor garantía de que la ultraderecha no pinte nada en un futuro Gobierno.
Reafirmación de la capacidad socialista anclada en el compromiso del Gobierno de la Nación de Pedro Sánchez, el del Plan Integral con 400 millones de euros de inversión, el del presidente que aparcó su agenda para venir a socorrer a Ceuta en mayo de 2021.
Y cómo no la ceuta desigual. Con el compromiso de hacer un “plan de inversión en barriadas real, de verdad, no como el de Vivas que no ha sido capaz de ejecutar en un 75 por ciento”. Un Gobierno "para todos” por el “Gobierno para unos pocos” que ha desarrollado Vivas.
