11 AÑOS EN EL REAL

La caseta del Café Miró, también un referente en las noches de feria

No podía faltar. Por undécimo año consecutivo el Café Miró estará presente en el recinto ferial para ofrecer a sus clientes sorpresas, buen ambiente, primeras marcas y música de ayer y hoy sin olvidar los clásicos del verano y las sevillanas.

miro1
photo_camera Un buen ambiente de feria en el interior de la caseta Miró-Cielo/ANTONIO SEMPERE

Decir Miró en Ceuta es sinónimo de diversión, buena música y mejor ambiente. El Café Miró se ha convertido en un referente de las tardes y noches caballas. Ahora, con motivo de las fiestas patronales, bajan hasta el recinto ferial para hacer disfrutar a propios y extraños de una de las casetas más concurridas en las noches de feria. Desde hace 11 años, su presencia en el Real es obligada. Este año ofrece 130 metros cuadrados de diversión, música de todos los tiempos sin olvidar los clásicos del verano y las sevillanas, que también se dejarán oír para los más flamencos, y ese ambiente que caracteriza al Café Miró pero con ese olor a feria inconfundible.

La portada del Café Miró se vuelve flamenca con el emblema de la ciudad. “Cada año nos gusta darle un toque especial a la decoración, un toque ceutí”, explica Kino, uno de los propietarios. Si en años anteriores Hércules o La Casa de los Dragones daban la bienvenida a la caseta del Café Miró, este año repiten con una caballa vestida de gitana. Cada noche se puede vivir una experiencia diferente en la caseta del Café Miró “para ello hemos preparado muchas sorpresas porque en El Miró no hay dos noches iguales”.

Como novedad este año se va a instalar una barrera más, junto a la puerta, ya que se cuenta con todo el personal habitual del Café Miró, en obras para reinaugurarse en su décimo aniversario como se merece: luciendo nueva imagen pero “sin perder la esencia que nos ha convertido en un punto de encuentro de las tardes y noches caballas”.