La Cabalgata invita a los ceutíes a sumarse a la fiesta

Mientras se hacía el silencio en el recinto ferial, la bulliciosa Gran Cabalgata se desplegaba a lo largo de las calles del centro de la ciudad para invitar a los ceutíes a sumarse a la fiesta. La Feria amortiguaba toda música y estruendo entre las siete de la tarde y las once de la noche para cumplir con el compromiso asumido por la ciudad con la Asociación de Autismo. La pretensión no era otra más que facilitar que las personas con Trastorno de Espectro Autista (TEA) pudieran disfrutar también de las atracciones.

Entretanto, pasadas las nueve y media de la noche, las cuatro carrozas y dos pasacalles que integraban la Gran Cabalgata partía de las Murallas Reales para enfilar más tarde la Plaza de África, el Paseo de las Palmeras y la avenida Compañía de Mar con la portada de Feria como destino.