Visitantes, niños que la descubren y abuelos que la recuerdan: ha vuelto la Feria

La Feria de Ceuta ha vuelto después de tres años. Un tiempo demasiado largo, un paréntesis inesperado cuya finalización ha sido recibida con alegría por aquellos que ya la conocían. Otros, sin embargo, la han descubierto ahora: bien porque fueran demasiado pequeños en 2019 o bien porque sean visitantes que descubren, por vez primera, una ciudad en fiestas.

Aquel ‘teatro del mundo donde todo el mundo cabe’ ha vuelto a abrir sus puertas. La Feria de Agosto, las Fiestas Patronales, esa improvisada calle Real en el Recinto Ferial Juan Carlos I ya está disponible. Y no es un año más: venimos repitiendo hasta la saciedad, pero es ineludible, que Ceuta tenía ganas de Feria, que Ceuta tenía ganas de encontrarse a si misma en unas Fiestas cuyo valor quizá hemos descubierto en estos tres años de ausencia.

Un Feria que Abdelmalik y su hija aprovechaban para pasear. “Yo la he bajado a ella, porque llevaba varios meses diciendo que quería bajar a la Feria”. “A mi me encanta la Feria, todo: las atracciones, las casetas: todo”, sentencia ella sonriendo.

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Sonríen también Ylenia y Almudena. No es para menos: “las dos hemos echado mucho de menos la Feria, y teníamos muchas ganas de reencontrarnos con ella”. Y en su caso, vaya reencuentro: son dos de las Reinas de las Fiestas Patronales. Eso si “la corona no me la quito hasta el último día, haga lo que haga”, apostilla Ylenia.

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De Salamanca y Córdoba nos llegan visitantes. Dos de ellas nos dicen que la cordobesa “es la mejor Feria del mundo”, para admitir a continuación nuestro argumento: la de Ceuta es más pequeña, pero más fresquita.

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Otra viene a visitar Ceuta -su pareja trabaja aquí-, ya que “llevaba varios meses diciéndome que viniera a la Feria de Ceuta”. Salamanca -su ciudad de origen- también tiene Feria “pero esta es distinta, tiene un sabor y un olor especial. Me gusta mucho, como la ciudad”.

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Yolanda pasea con sus nietos por el Recinto Ferial. El más pequeño de ellos “no se puede acordar, es muy chiquitito, y apenas tenía meses” cuando el mundo se paró. “Ya había ganas de Feria, ya había ganas de bajar”.

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Lo mismo nos cuenta Fernando Sotomayor. Hombre conocido por su actividad cofrade y por su labor como dirigente vecinal –“si quieres, hablamos también de Plaza Nicaragua”, nos dice bromeando-, confiesa que “he estado viendo fotos mías de cuando era niño, en la Feria, enseñándoselas a mis nietos. La sensación es la misma, aunque los años pasan”, señala.

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También un par de amigas que “vamos a darlo todo, tras dos años sin Feria”. Una de ellas, incluso echándole un pelín de morro al asunto vaticina una “semana muy dura, de mucho cansancio, pero va a merecer la pena”.

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Igualmente,  disfruta de la noche uno de los futbolistas más carismáticos y queridos por la afición en los últimos años. No va a haber mucho tiempo para el disfrute, “puesto que la feria coincide con el punto álgido de la pretemporada, pero hoy nos han dado día libre”, dice David Polaco. Para este año “está viniendo gente muy joven, con muchas ganas, y espero que se puedan hacer cositas bonitas. Es muy ilusionante”. Como, constatamos, el regreso de la Feria.

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