“Si hubiera habido unos miserables baños públicos, Fátima no habría muerto”. Con este lamento, la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía ha mostrado su indignación a través de un comunicado por la muerte de Fátima Bushra, la porteadora que fallecía ayer tras caer por una escollera. La mujer esperaba en lado marroquí de la frontera para entrar en Ceuta cuando abandonó la cola para buscar un lugar donde hacer sus necesidades. “Es absolutamente indigno que no existan baños públicos, agua potable, ni zonas de sombra para las más de 2.000 personas que diariamente atraviesan la frontera”, critica la organización en su nota.
La asociación humanitaria, que cifra en nueve las muertes registradas desde la apertura del paso peatonal de El Tarajal, atribuye a la “irresponsabilidad” de los gobiernos de Rabat y Madrid el fatal accidente que costó la vida a Fátima. “Estas muertes podrían evitarse si estos tuviesen voluntad de realizar una gestión de la frontera respetuosa con los derechos humanos”, acusa APDHA.
La asociación presentó en su día una campaña en la que reclamaba la aplicación de una serie de medidas para garantizar la seguridad y la dignidad de las porteadoras en la frontera de Ceuta. Entre ella, APDHA citaba la habilitación de zonas de descanso, la apertura de baños públicos con agua potable, especialmente, atacar la violencia estructural que soportan estas mujeres. La entidad ha exigido el reconocimiento del porteo como una actividad laboral legal en régimen transfronterizo.
La organización censura que los gobiernos de España y Marruecos no atiendan en las mesas de diálogo que mantienen las necesidades de las mujeres porteadores. “No contemplan como prioritario atender al factor humano de las personas que portan mercancías y en las que se sustentan los más de 400 millones de euros de beneficios anuales para Ceuta, sino que sólo se centran en el control de los flujos migratorios”, concluye en su comunicado.
