el estacionamiento pretende aliviar la densidad del tráfico en la 352

El área de embolsamiento de Loma Colmenar, a escena

La empresa pública Tragsa hará entrega a la Ciudad este lunes del nuevo estacionamiento para vehículos de Loma Colmenar, según ha revelado esta semana el Gobierno local. La denominada "área de embolsamiento" fue un proyecto anunciado hace más de un año que ha conocido sucesivas fechas para su apertura, todas ellas incumplidas. 

La N-352 vista desde el área de embolsamiento de Loma Colmenar (C.A.)
photo_camera La N-352 vista desde el área de embolsamiento de Loma Colmenar (C.A.)

El 14 de julio del año pasado la portavoz en funciones del Gobierno municipal, Mabel Deu, detallaba ante los periodistas una relación de obras públicas auspiciadas por la Ciudad. Desde hacía meses, la Delegación del Gobierno trataba de combatir los fenomenales atascos que colapsaban la carretera nacional 352 con una frecuencia mayor a la deseable.

En su comparecencia, Deu presentó un proyecto por el que se preveía habilitar una parcela de terreno en Loma Colmenar para concentrar vehículos y controlar, de este modo, el flujo del tráfico rodado hacia la nacional. La que se bautizó como “área de embolsamiento”, ideada como herramienta para aliviar el caos circulatorio hacia la frontera, hacía su aparición en la escena pública. Hoy, transcurrido más de un año, los atascos continúan sucediéndose con irritante periodicidad.

El colapso de tráfico registrado el pasado fin de semana confirió protagonismo, de nuevo, a la parcela para estacionamiento de vehículos de Loma Colmenar. La Delegación del Gobierno, en un argumentario que pretendía señalar a la Ciudad como responsable de los atascos, trajo a colación la demora en la apertura del aparcamiento.

El jefe de gabinete de la Delegación, Juan Hernández, aseguró, apenas transcurridas unas horas desde el final del caos circulatorio que llevó las colas de vehículos hasta las Puertas del Campo, que lo sucedido no volvería a repetirse. Y, para avalar su afirmación, aludió a la parcela de Loma Colmenar. A su juicio, una vez que ésta entre en servicio, las congestiones de tráfico podrán manejarse con mayor eficacia. Pero, ¿cuándo sucederá tal cosa?

 

Historia de una parcela

El área de embolsamiento nació como una idea forzada por la irrupción de los conocidos como “coches-patera”, automóviles dedicados a trasegar mercancías de uno a otro lado de la frontera. Las medidas de regulación del paso de porteadores a pie por Tarajal II impuestas por la Delegación del Gobierno el pasado verano se tradujeron en una “invasión” de coches-patera que contribuyeron a que los atascos de tráfico resultaran, si cabe,  más inatacables. La habilitación de un espacio en Loma Colmenar para concentrar este tipo de vehículos parecía un mecanismo eficaz para combatir el caos en la 352.

La obra fue encomendada a la empresa pública Tragsa en julio. En septiembre, la oposición denunciaba que los trabajos permanecían paralizados porque la adjudicación se hizo sin proyecto. Siete meses más tarde, la Consejería de Fomento resolvía retirar la encomienda a Tragsa aduciendo la concurrencia de “inconvenientes técnicos”. Tras la formalización de una nueva encomienda, Tragsa iniciaba en junio pasado las tareas de acondicionamiento de la parcela.

Desde que comenzó a plantearse el proyecto, la Ciudad ha ofrecido una serie de fechas para la entrada en servicio del estacionamiento, incluso antes de su decisión de resolver la primera encomienda a Tragsa.

A comienzos de enero pasado, el consejero de Gobernación, Jacob Hachuel, anunciaba el área de embolsamiento comenzaría a acoger a los primeros coches-patera a mediados de ese mismo mes. Apenas una semana después de aquellas declaraciones, Hachuel volvía a posponer la fecha de apertura, un retraso que, según explicó, obedecía a una modificación del proyecto que permitiría duplicar la capacidad del aparcamiento para alcanzar las 900 plazas.

Desde entonces, y hasta la publicación en mayo de la retirada de la encomienda a Tragsa en el BOCCE, el Gobierno no había vuelto a hacer alusión alguna al proyecto. Ese mes, Hachuel daba una nueva fecha: el aparcamiento estaría operativo el 30 de junio.      El día 21, Tragsa comenzaba a condicionar la explanada. El 29, el consejero volvía a comparecer ante la prensa para desdecirse del plazo dado.

Finalmente, en su comparecencia del pasado martes para rebatir las acusaciones formuladas contra el Gobierno local por el jefe de gabinete de la Delegación, Juan Hernández, a propósito de los últimos colapsos de tráfico en la 352, Hachuel aportó un nuevo dato: Tragsa entregará a la Ciudad mañana, lunes 13, la obra del aparcamiento finalizada.

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