La tranquilidad vivida en el acceso fronterizo al recinto de los polígonos comerciales durante la jornada ha contrastado con el caos del tráfico rodado que se ha instalado desde las dos de la tarde en la nacional 352. Desde esa hora, comenzaban a formarse largas colas de vehículos que se extendían a lo largo de la avenida Martínez Catena en una tendencia que se iría consolidando a lo largo de todo el día.
Las entradas hacia Marruecos se han ralentizado durante la tarde hasta el punto de formar enormes hileras de coches que han puesto a prueba la tranquilidad y los nervios de los automovilistas. La peculiar situación que se ha vivido al otro lado de la frontera, donde las autoridades marroquíes ya de mañana limitaban el acceso peatonal de los porteadores, se trasladaba después a los vehículos.
El escaso tránsito de mercancías –poco más de 700 porteadores han salido con fardos durante la mañana desde los polígonos de El Tarajal- ha animado a algunos a utilizar sus automóviles para acarrear artículos con destino a Marruecos. Los cortes en el acceso han ocasionado la congestión de tráfico que aún se mantenía a medianoche y que impedía a muchos marroquíes regresar a sus hogares.
