Una furgoneta accede al mercado central de abastos a las 11 de la mañana procedente del Puerto. Uno de los pescaderos se ha encargado de traer el género para repartirlo entre varios puestos. Tres o cuatro como mucho. Son cajas de 5 kilos, en total unos 200 kilogramos de pescado que, según nos dicen, se ha adquirido en Málaga. No todos los pescaderos están dispuestos a pagar más caro el pescado. 
Arriba, en la pescadería, la mayoría de los concesionarios tienen echada la persiana. No entra nada de Marruecos, luego no tienen nada que vender. Quienes pueden lo hacen con el excedente de otros días. El escenario vuelve a ser desolador. Pasillos vacíos y unos cuantos clientes.y curiosos.
Durante unos días la mercancía ha llegado a la Ciudad desde la Península y Marruecos. Por ambas vías entraba en la ciudad unos 2.000 kilos, pero el grifo ha vuelto a cerrarse.
Sin noticias oficiales, los pescaderos nos cuentan que van a mantener una reunión en Tánger con una autoridad aduanera y que mañana un grupo de 10 o 12 trabajadores estarán en Marruecos "porque si no solucionamos esto nos vamos a la ruina". 
Del citado encuentro nada se sabe a título oficial. El descontento de los pescaderos les mueve a buscar una solución por su cuenta aunque al respecto "poca información han aportado" emplazándonos a después de la reunión.
