La frontera ha abierto hoy de nuevo sus puertas al tráfico de mercancías después de que las festividades oficiales en uno y otro lado de la frontera hayan mantenido la actividad suspendida desde hace 21 días.
El tráfago de personas en el paso de El Tarajal 2, reservado al tránsito de porteadores a pie, ha sido constante hasta la hora del cierre del acceso. La fluidez ha caracterizado la reapertura del paso, que a las diez de la mañana ya había sido franqueado por unas 2.200 personas. En esta ocasión las mercancías transportadas giraban entorno a 160 Kg, siendo las ganancias de 25 euros para cada porteador.
La principal novedad de la jornada, sin embargo, la ha constituido la nueva área de embolsamiento de Loma Colmenar, una parcela reservada para al estacionamiento de automóviles que cuenta con unas 900 plazas de capacidad. Esta nueva infraestructura, concebida para aliviar el tráfico por la nacional 352 en caso de atascos, medirá en estos días su eficacia.
La Delegación del Gobierno decidía con el acuerdo de las autoridades del país vecino permitir a los denominados coches-patera –vehículos dedicados al transporte de mercancía de uno a otro lado de la frontera- más allá de las ocho de la tarde. Hasta la fecha ésa ha sido la hora límite impuesta a los vehículos con mercancías para transitar por la frontera. La intención de los responsables del dispositivo es evaluar la capacidad del área de embolsamiento para gestionar un número mayor de vehículos sin que la fluidez del tráfico rodado se resienta.
La parcela de estacionamiento ha abierto, sin embargo, sin los servicios complementarios que será preciso habilitar para atender las necesidades de los usuarios y del personal adscrito al servicio. Éstos serán habilitados en a penas unos días, como máximo una semana, tal y como han informado los responsables del establecimiento.
Las primeras impresiones, tomadas entre los conductores poco después de que los primeros vehículos comenzaran a ocupar el aparcamiento, han sido de satisfacción.
